
Cinco privados de libertad, entre ellos uno de nacionalidad colombiana, fueron abatidos en intento de evasión minutos antes del año nuevo.
A las 11 de la noche del 31 de diciembre la tranquilidad que reinaba en la Comunidad Penitenciaria Fénix, al norte de Barquisimeto estado Lara, fue interrumpida por ráfagas de disparos que se confundían con los fuegos artificiales de la víspera de nuevo año.
Internamente en los calabozos, comentó un privado de libertad que se comunicó con Una Ventana a La Libertad (UVL), escuchaban las detonaciones y los gritos de los funcionarios custodios alarmados por una fuga que se registraba.
“Eso pasó a las 11 y media de la noche aproximadamente. Eran compañeros de las áreas de media y máxima seguridad. Aquí escuchamos los disparos. Fueron muchos disparos y gritos tanto de los custodios como de los guardias (nacionales) que están en la garita” relató el preso los momentos que desde su celda logró precisar.
A la morgue del hospital central Antonio Maria Pineda, en horas de la madrugada del primero de enero de 2019, fueron ingresados cinco cadáveres producto de ese tiroteo y en el transcurso de las horas los privados de libertad fueron identificados. Detallan los registros del centro hospitalario que los presos abatidos se fugaron por una zona que no está 100% vigilada del penal pues queda en un área lejana a la entrada principal del penal.
Los reos fallecidos tenían disparos en la espalda, piernas y brazos y sus nombres son: Albín de Jesús Meléndez González, Elimele Enrique Rhas Briceño (42) señalado por delito de droga, Jhamadhyz Jerzon Araque Rojas (26) detenido por homicidio calificado, Alexander Valezco Rodriguez (25) procesado por delito de droga y Rafael Armando Silva Sanguinio (52) de nacionalidad colombiana, acusado por delito de droga.
Meléndez González tenía 27 años y estaba pagando 11 años de cárcel tras ser acusado de robo de vehículo aunque en 2011 le había revocado una medida de régimen de trabajo.
Este hombre antes de llegar a Fénix estuvo recluido en el Centro Penitenciario David Viloria mejor conocida como Uribana y que queda a metros de donde ocurrió la fuga.
“Estaban desesperados”
Un privado de libertad que se encuentra en el área de media de Fénix se comunicó con UVL para dar detalles de lo ocurrido la noche del 31 de diciembre de 2018. El hombre expresó que la fuga registrada se debe a la “desesperación en la que se encuentran muchos privados de libertad” por lo mal que la están pasando dentro de los calabozos, aunado a que también influyó la fecha en la que están separados de su familia y “viviendo las cosas horribles aquí dentro”.
El informante detalló que desde inicios de noviembre la alimentación, los servicios públicos y el maltrato del personal de custodia son factores que tiene “al borde de la locura” a los presidiarios.
“Desde noviembre no sacan a nadie a tribunales. El plan Cayapa duró apenas un día y atendió a pocos presos. Aquí cuando uno comienza a quejarse, son golpes que les dan a todos. La comida la sirven mayormente descompuesta. El 28 de diciembre nos dieron un hígado con gusanos. Aquí están vendiendo los tobos de agua para que uno se asee. Por ejemplo, nosotros no recibíamos agua desde el 22 de diciembre y como la visita fue el 29 diciembre, nos dieron un tobo el 28 porque sabían de la visita. Aquí los custodios cobran mil 500 soberanos por un tobo de agua y muchos privados de libertad que no tienen plata, no tienen como pagarlo entonces andan todos sucios. Así es difícil” detalló todas las penurias que viven dentro de los grandes paredones de Fénix.
“La fuga fue por desesperación. A las 11 comenzaron los tiros y a las 11 y media de la noche todo estaba calmado, pero a esa hora nos sacaron al patio. Muchos presos fueron sacados en bóxers, interiores, franelillas. Los sacaron como estaban durmiendo y eso fue un castigo que duró hasta las 3 de la mañana. Llevamos mucho frío y hasta a los tuberculosos los sacaron enfermos” confesó el privado de libertad.
Dejar una contestacion