
Sin parar los reos que pierden la vida a causa de la tuberculosis. Del total de fallecidos, nueve son de la Comunidad Penitenciaria Fénix
En la Comunidad Penitenciaria Fénix se registró la novena muerte en lo que va de año 2021. Un privado de libertad fue registrado sin vida por tuberculosis este 29 de marzo dentro de esta cárcel que se ubica al norte de la ciudad de Barquisimeto lo que lo convierte en el reo número 13 que fallece en todo el estado Lara según los registros diarios que lleva Una Ventana a la Libertad (UVL) de los que fallecen en centros penitenciarios o calabozos policiales.
Jorge Enriques Torres Hernández era la identificación del reo que falleció. A este hombre de 37 años, una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) lo fue a buscar en el penal para trasladarlo hasta la morgue del hospital central Antonio María Pineda de la ciudad crepuscular. Su ingreso a la sala patológica fue a las 2 de la tarde.
En el informe médico de defunción determinaron que Torres Hernández murió a causa de tuberculosis, enfermedad letal que ha cobrado la vida de, al menos, 50 privados de libertad en todos los centros de reclusión de Lara desde el año 2019.
Según expediente digital del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Torres Hernández estaba privado de libertad por homicidio calificado tras asesinar a Marcos Antonio Montañez produciéndole heridas de arma blanca, suceso ocurrido en el interior de su residencia ubicada en Barrio La Cruz, calle 1 vía pública de la población de Bobare. Este hecho fue el 28 de octubre de 2004.
Hasta 2 millones por un tobo de agua
Las condiciones de reclusión de los privados de libertad en Fénix son deplorables según denuncian familiares de los reos a Una Ventana a la Libertad.
En algunas áreas del penal, indican, los funcionarios de custodia del Ministerio para Asuntos Penitenciarios y Guardias Nacionales Bolivarianos (GNB) le ofrecen un tobos llenos de agua a los privados de libertad a cambio del pago de dos millones de bolívares sea por transferencia o pago en dólares que normalmente realizan los parientes fuera del penal.
Cabe recordar que en donde se ubica Fénix justo al lado del Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, no existe el servicio de agua por tubería desde hace muchos años y la dependencia de camiones cisternas de agua para surtir los tanques de las cárceles es vital.
“Desde hace dos meses, el agua para los presos está muy escaza. Hay muchos que duran hasta 15 o 20 días sin bañarse y por la desesperación, caen en la trampa de los funcionarios que les venden los tobos de agua por dos millones de bolívares. Muchos de ellos se la pasan llamándonos a nosotros pidiendo que le hagamos transferencias para esa agua” expresó una madre de un privado de libertad que se encuentra en el área de mínima y pidió resguardar su identificación para evitar represalias contra su muchacho.
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