En Carúpano y Cumaná desde 2018, se iniciaron remodelaciones en el Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y se extendieron hasta las policías estatales. La iglesia también brinda su mano amiga con la implementación de la pastoral penitenciaria
UVL Estado Sucre
Cumaná- Las denuncias realizadas sobre el hacinamiento y malos tratos a los reos en los Centros de Detención Preventiva (CDP) en el estado Sucre por Organizaciones No Gubernamentales (ONG), iglesias, privados de libertad y sus familiares poco a poco va surtiendo efecto en algunos calabozos.
Lourdes Hurtado, es madre de un recluso, tiene en su mano una bolsa con potes de mantequilla que contienen en su interior alimentos, que como cada mañana desde hace unos cinco años se traslada al Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc) delegación municipal Carúpano, para llevarle alimentos.
“Desde hace cuatro años empezaron a realizar trabajos de remodelación en el Cicpc. Iniciaron con la fachada y realización de nuevas oficinas, también arreglaron el área de las visitas, pero los calabozos siguen igual, según las áreas nuevas que están construyendo es para colocarlos”, detalló la señora de unos 50 años.
A pesar de ello, familiares de los privados de libertad que están recluidos en espacios de las Policías del estado, municipal y nacional, donde también se han realizado remodelaciones de fachadas y dormitorios de los funcionarios policiales han solicitado ante los medios de comunicación a las autoridades nacionales, humanizar los espacios de los detenidos, quienes comparten celdas de tres por tres en ocasiones hasta con 40 hombres.
Una fuente policial confirmó al equipo de Una Ventana a La Libertad (UVL), que actualmente en el Cicpc Carúpano se construyen nuevas áreas de detención para mejorar las condiciones de los reclusos, quienes actualmente cuentan con tres calabozos para unos 80 detenidos, aproximadamente. También agregó que se recuperaron espacios que estaban mal distribuidos en el CDP.
Ayuda Religiosa
La ayuda a los privados de libertad no sólo llega en jornadas gubernamentales sino por iglesias cristianas y evangélicas, quienes tratan de humanizar los centros de reclusión por intermedio de la palabra de Dios.
El presbítero William Amador, Coordinador de la Pastoral Penitenciaria en Carúpano – Paria, se encarga de visitar a los privados de libertad de los CDP y del Centro de Formación Hombres Nuevos Carúpano, a quienes les brindan apoyo psicológico, social y formativo. También en Cumaná cumplen ese rol la iglesia, pero con otro padre encargado.
“ Actualmente atendemos en Carúpano un total de 500 privados de libertad entre hombres y mujeres, a quienes les damos acompañamiento porque a pesar que cometieron errores tienen derecho a rehabilitarse por eso Jesucristo no los abandona”, añadió el padre.
Además, expuso que mediante Cáritas y la Diócesis de Carúpano, apoyan con la entrega de alimentos a los reos y jornadas médicas. También con la escuela de fútbol, consultas psicológicas, catequesis, eucaristía mediante el apoyo de Cáritas Carúpano y el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA) apoyan de forma integral a la población penitenciaria. “Es un acompañamiento que no se acaba cuando el privado de libertad sale a la calle porque debemos ayudarlo a reintegrarse a la sociedad, que no es fácil, pero con la ayuda de Dios lo hemos logrado. Esperamos que en otros centros de detención nos abran las puertas para seguir ayudando al necesitado”, puntualizó
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