
Familiares y detenidos han recurrido a la protesta como medida de presión para exigir justicia y celeridad en los casos
Equipo UVL Falcón – Irene Revilla
Punto Fijo.- “Están pagando condenas que no son de ellos, estamos cansados de que estén sembrando dos y seis libras de marihuana. A quién se le ocurre que una persona va a cargar seis libras de marihuana en un koala. Sí hay personas que están pagando sus condenas, porque no nos vamos a lavar las manos, pero las que no, ya estamos cansados que sean retrasos procesales, que no revisen los expedientes viciados, que llegamos a tribunales y no hay despacho”, dijo Orelis Benítez, familiar de un detenido en el Centro de Detención Preventiva de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en la ciudad de Punto Fijo, estado Falcón.
Está denuncia es una de las muchas que han hecho los privados de libertad y sus familiares durante la huelga de hambre que llevaron a cabo por seis días de junio y que buscó conseguir la atención de las autoridades para frenar los atropellos contra los detenidos y que se respete el debido proceso para que tengan sentencias justas a los delitos que se cometieron.
Solo tres Centros de Detención Preventiva en el estado Falcón, no sé sumaron a la huelga de hambre, ésto según información del Defensor del Pueblo Edisoie Sandoval, quien detalló que durante las visitas a los CDP, corroboró que el Destacamento 133 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), donde hay seis detenidos; el Centro de Coordinación Policial número 8 de (Polifalcón) donde permanecen 17 privados de libertad y el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (CICPC) delegación municipal Tucacas donde hay 54 presos entre ellos, dos mujeres.
Peticiones de los privados de libertad
La huelga de hambre inició en la Comunidad Penitenciaria de Coro (CPC) a la que se sumaron los privados de libertad de los CDP de los diferentes organismos de seguridad; todos pedían que se atendiera el gran retardo procesal que hay en todos los recintos, el hacinamiento de los CDP que han causado proliferación de enfermedades como tuberculosis, COVID, enfermedades de la piel, piojos y escabiosis; también que se trasladen a los privados de libertad a los centros cercanos a los tribunales donde se investigan sus causas para hacer más fácil acudir a las audiencias; que se respete el debido proceso y se acabe con la presunta corrupción de los Tribunales Penales y el Ministerio Público.
Los privados de libertad recibieron apoyo de sus familiares, quienes se unieron para protestar en los tribunales penales y exigir que los detenidos fueran escuchados porque sus vidas corrían peligro al mantenerse en una huelga de hambre, cuando están mal alimentados y enfermos.
A su vez, los detenidos de la Policía de Carirubana, denunciaron que fueron salvajemente golpeados por los policías porque durante la huelga, hubo dos presos que se sentían muy mal por la falta de alimentación y al pedir que los sacarán al hospital, entraron al CDP para hacer una requisa, además golpearon a todos los detenidos. Todo quedó grabado en fotos y videos que pusieron hacer los privados de libertad con un teléfono celular que lograron esconder.
Sus esposas y madres, exigieron una investigación en las afueras de la policía de Carirubana y gritaban: “Están presos, no son animales, tienen derechos humanos”, y hasta cantaron el himno nacional. Laura de Pereira, tiene a un hijo con discapacidad en el recinto, a quién acusaron de comprar un televisor robado, ya tiene año y medio, y el retardo procesal es imparable. “A mí hijo lo sacaron de mi casa sin nada y aquí le pusieron un cuchillo y una carcasa de teléfono, ya tiene año y pico y todavía no tiene apertura de juicio. Estamos cansados de tantas injusticias”, dijo de Pereira.
El grupo de mujeres denunció que además de todas las enfermedades, las condiciones en los CDP, cada vez son peor, en un cuarto de cuatro por cuatro metros, tienen hasta 70 hombres que deben pagar hasta para pasarles unas pastillas. “Ellos orinan y hacen sus necesidades en potes que después botan a la basura. Se bañan a medias y no todos los días y lo que poco que comen lo cocinan en una cocinita eléctrica en la que se deben turnar para hacer algo. No podemos esperar que nuestros hijos mueran en esos encierros, mientras vemos como se desgastan todos los días y las audiencias se suspenden”, expresó Lidagmy Barón.
Las familias también pagan unos 30 dólares para la gasolina si les van a llevar al hospital o sí les toca audiencia, muchas veces este dinero lo pierden porque las audiencias se suspenden. “Tener un familiar preso es el gasto más grande que hemos tenido. Todos los días nos acostamos pidiéndole a Dios por la vida de ellos porque sí son capaces de sembrales droga y robarles lo poquito que uno les lleva, uno se imagina lo que les pueden hacer teniéndolos encerrados”.
Seguridad en los centros
El secretario de Seguridad Ciudadana en el estado Falcón, Miguel Morales Miranda, expresó que la huelga se llevó a cabo en calma, incluso en la Comunidad Penitenciaria de Coro que fue donde inició todo.
Por su parte, el director de la Policía de Carirubana, José Lugo Perozo, puso a disposición la policía municipal para hacer las investigaciones que sean pertinentes para dar responsabilidades a los que hayan sido responsables del hecho contra los privados de libertad; sin embargo este viernes 21 de junio, fue cambiado el director general por el comisario jefe Robert Cuicas.
Por otro lado, una vez que se levantó la huelga de hambre, el pasado viernes 14 de junio, iniciaron las jornadas del Ministerio Público en los diferentes centros, iniciaron por la Comunidad Penitenciaria de Coro, aunque se supo que otorgaron libertades no se supo el número de beneficios; también ha estado haciendo censos en los CDP, según informaron los privados de libertad, pero les dijeron que irán después que cumplan con la CPC.
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