Hacinamiento pone en tres y dos a funcionarios policiales

Cantidad de privados de libertad en Centros de Detención Preventiva complica labor de policías 

Equipo de Investigación UVL Lara

La sobrepoblación que tienen que tienen en Lara los Centros de Detención Preventiva (CDP) complica la labor policial de resguardo y respeto de los derechos humanos de los privados de libertad. En la entidad crepuscular se han registrado casi 10 fugas y el denominador común que ha tenido cada caso, es que en los calabozos donde han ocurrido las evasiones hay exceso de presidiarios.

“Los conteos de los presos que son diarios y rutinarios se complican; a veces hasta hacerle llegar la comida que le traen sus familiares es difícil, además de que ellos por esa situación siempre están como alzados u obstinados”. Esto es lo que expresa Luisangelo León supervisor de la brigada de Investigación Penal y de la comisaria de Pata ‘e Palo de la Policía Nacional Bolivariana de Barquisimeto, estado Lara, quien se refiere a una de las responsabilidades que tiene que cumplir él y los demás funcionarios encargados de la custodia de celdas.

Donde realiza labores el supervisor León es uno de los Centros de Detención Preventiva que está abarrotado, pues hasta finales de julio existían allí 225 privados de libertad en un espacio que tiene capacidad para 150, es decir, el hacinamiento es de 66% por ciento. De las 8 fugas completas que se han registrado en CDP y Centros Penitenciarios del estado Lara durante 2018 (existen también dos evasiones frustradas) en Pata ‘e Palo han sucedido dos, una en marzo y otra en agosto, ésta última con el número más alto número de presos evadidos en la región.

“Cuando pasó la fuga de Semana Santa (31 de marzo) se notificó de inmediato al jefe del comando (PNB) y también se le notifica al Fiscal número 13 del Ministerio Público”. Estos son los primeros pasos que realizan los funcionarios cuando ocurre una evasión explicó León.

La novedad que deben realizar los policías se hace en conjunto con otros funcionarios que están de guardia. También se emprenden otras acciones simultaneas a la notificación al jefe inmediato del cuerpo de seguridad, así como al fiscal en materia de Ejecución de Sentencia competencia transitoria en ejecución de sanciones, a los fiscales, provisorios y auxiliares.

“Nos dividimos entre policías. Si se agarró a los privados en pleno escape, unos se queda vigilando los calabozos, otros inician persecución de los evadidos sea en unidades móviles o a pie, otros detectan el lugar por donde huyeron los presos mientras que un funcionario se encarga de reportar lo sucedido a los jefes y fiscal”, detalla la fuente consultada.

Otro procedimiento que realizan los polinacionales es realizar el conteo de los privados de libertad que tengan en los calabozos. En esta fase cuentan con apoyo del departamento de “Garantía de Detenido” que es el que tiene en su poder la cédula de identidad, fotografía tipo carnet, una copia del expediente penal además de la dirección de residencia de cada detenido; éste último dato sirve como pista para comenzar investigaciones sobre la fuga y el posible paradero del evadido.

“Caen por telefonía” 

Otro de las razones qué hay a la hora de registrarse una fuga es la corrupción en la que caen  funcionarios policiales, así lo confirmaron varios uniformados consultados por Una Ventana a la Libertad, que no quisieron revelar su identidad ni rango.

Detallan que muchos de los “colegas policías” que incurren en estos actos están al borde de que sean imputados por los delitos de cooperador necesario para la fuga, soborno y hasta de ilegal uso de sus funciones como miembro de un cuerpo de seguridad del Estado y muchos de ellos lo hacen por dinero para palear la crisis económica que sufre el país.

En la evasión de agosto en Pata ‘e Palo, donde más presos se escaparon, un total de 15, al menos 9 polinacionales estaban siendo vinculados por ser cómplices en el escape.

“No es que lo ocurrido en esa comisaría haya sido así, pero la mayoría de los funcionarios que caen presos por ser partícipes de las fugas es porque se realizan pruebas técnicas de telefonía para precisar la comunicación entre las partes y es ahí cuando se precisa lo ocurrido”, señala uno de los policías anónimos consultados.

El plazo para determinar responsabilidad, comentan los informantes, sucede de forma preliminar la primeras 72 horas y luego de cumplido los procesos judiciales de acuerdo al Código Orgánico Procesal Penal se procede a ir a tribunales para condenarlo.

Variables de una fuga

Las formas de hacer pesquisa para dar con los reos evadidos depende de varias variables que radican en el entorno familiar, delictivo y sobre todo de sus condiciones físicas.

En la PNB, así como otros cuerpos de seguridad, las acciones de recaptura del evadido inician principalmente en el perímetro donde huyeron. Si se escapan, por ejemplo, de un CDP que se ubica en el centro de una ciudad, los funcionarios se encargan de revisar los sitios aledaños a los calabozos además de proceder a entrevistar a vecinos.

Luego de eso, dirigen sus actuaciones hacia lugares como la residencia de la progenitora del reo, la esposa o pareja sentimental y por último, donde se encuentren sus hijos en el caso que los tenga. En el caso que no den con el evadido, se encargan de procesar información que esté relacionada a una posible organización delictiva a la que pertenezca.

“Hay un elemento clave en el que nos fijamos cuando los buscamos que es su color de piel. Ellos no llevan sol cuando están en los calabozos y la piel se les aclara, la tienen como pálida y eso puede servir para identificar a un escapado. También nos fijamos en sus brazos y piernas porque si tienen muchos rasguños o heridas como rayadas eso es porque ellos se cortan en riñas carcelarias”, detalla Yosbel Morán supervisor agregado de la policía de Lara, al narrar algunas de las “técnicas” que ellos utilizan para dar con reos fugados.

En lo que coinciden el polinacional y el Polilara es que antes de que se cumplan 12 horas posteriores a la fuga, se debe realizar un informe detallado de lo ocurrido al jefe inmediato y a la fiscalía donde debe ser señalado el calabozo en el que se registró el suceso, la identidad de los que se evadieron, todos los datos del funcionario encargado de la vigilancia de la celda, así como del resto de los policías que estaban de guardia. También se debe especificar las labores de búsqueda y anexar las fotografías de los evadidos.

Cuando ocurre una fuga y luego hay un evadido que fue herido o murió tras ser baleado en labores de recaptura, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalisticas (Cicpc) ingresa en la fase de investigación para determinar las responsabilidades penales de los actuantes a la hora de precisar al privado de libertad.

 

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