El hacinamiento en los centros de reclusión preventivos es una constante en el país y así se ha registrado en las nueve cárceles de este tipo, donde la Organización No Gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVL) realiza un monitoreo desde hace un año.
Pero esta no es una realidad exclusiva de las cárceles preventivas sino de los centros de reclusión donde hay penados y que aún esperan por juicio. Y es que, actualmente, se calcula que en Venezuela hay unas 55.000 personas privadas de libertad.
La afirmación fue hecha por el coordinador general de UVL, Carlos Nieto Palma, durante un encuentro para la formación de derechos humanos de los privados de libertad, ofrecido a familiares y estudiantes; y realizado en la Casa del Profesor Universitario.
Nieto Palma indicó que en el caso de Maturín, la ONG ha venido reportando las denuncias hechas por los familiares que recogen la angustia cuando se efectúan requisas que dejan reclusos heridos. Los casos de vejación y de transgresión de los derechos humanos también ha sido reflejados en los casos de falta de acceso a la alimentación o la salud.
Los 15 casos de tuberculosis, denunciados la semana pasada, fueron mencionados por el ponente para reflejar las consecuencias de tener privados de libertad en espacios diseñados para un número pequeño de internos. Nieto Palma alentó a los familiares a denunciar.
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