
Las personas aseguran que dos heridos graves por la explosión de la granada el pasado 7 de febrero están tirados en el piso y que ameritan atención médica
UVL Monagas
Maturín.- La tarde de este 23 de febrero, familiares denunciaron que los policías roban las comidas de los privados de libertad durante las requisas que se realizan en el centro de detención preventiva de la Policía del estado Monagas, ubicado en Maturín, al Oriente de Venezuela.
Las familias denunciaron la situación bajo anonimato para resguardar la integridad de los detenidos. Explicaron a Una Ventana a la Libertad que las requisas son semanales desde que ocurrió la explosión de una granada el pasado 7 de febrero, cuando un preso murió y otros 16 resultaron heridos.
“Ya han realizado cuatro requisas. En tres de ellas robaron la comida y en otra la botaron”, aseguró la mamá de un detenido, quien aseguró que la violación de los derechos humanos de los privados de libertad son frecuentes en la sede de la Policía estadal.
La persona explicó que los policías no encontraron nada en la primera revisión, pero en la segunda sí hallaron. Esta fue realizada por funcionarios del equipo antimotín y estos encontraron dos granadas y una pistola. La tercera requisa tuvo como resultado el hallazgo de granadas, armas de fuego y cuchillos.
“En esa oportunidad no sólo se llevaron la comida sino también las medicinas que con tanto esfuerzo nosotros compramos. Este martes se llevaron todos los alimentos, nuestros hijos pasarán la noche y la mañana sin comida”, agregó otro familiar, quien solicitó al director de Polimonagas, coronel Jhonny Berroterán, para plantear los abusos que se cometen en las revisiones de los calabozos.
“También queremos saber cómo ingresan esas armas o las granadas, porque nosotros tenemos las visitas suspendidas desde que comenzó la pandemia por el coronavirus. Nosotros queremos que alguien nos explique eso”, solicitó la persona.
Sobre la condición de salud de los heridos en la explosión de la granada, las familias denunciaron que hay dos presos que tienen lesiones graves que ameritan atención médica inmediata. Los internos están durmiendo en el piso y sin condiciones higiénicas. Uno de ellos presentó perforación de un riñón, perdió un ojo y tiene una lesión en uno de sus brazos por la que debe entrar al quirófano.
El otro recluso tiene una perforación en el pulmón y antes de salir del Hospital Manuel Núñez Tovar estuvo intubado. “Ahora no sé cuál es su condición, pero es necesario que sea atendido. Los dos presos graves solo estuvieron cuatro días hospitalizados porque no habían funcionarios que cubrieran el descanso de los que policías los custodiaban”, denunció otra persona.
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