Nadeska Noriega / UVL Vargas
La Guaira. Cuadros febriles, dolores musculares y congestión nasal. Estos son los tres síntomas que reportan familiares de algunos de los hombres detenidos en el Centro de Detención Retén de Caraballeda, bajo la custodia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en el estado Vargas.
“Nuestros familiares nos han dicho que hay un brote de gripe en las dos celdas que tiene el Cicpc en el Retén de Caraballeda. Hay fiebre, malestar, dolor en el cuerpo y mucho miedo, porque ellos saben que hay coronavirus y no se sabe cundo llegue a estos espacios”, contó Marina Rodríguez, madre de uno de los detenidos.
Rodríguez asegura que los cuadros febriles iniciaron hace dos semanas. “Aquí han seguido trayendo presos. Y uno no sabe si esa gente trae el virus con ellos, porque aquí´ hay mucha gente que n tiene síntomas, pero igual lo contagia. Ese es nuestro temor. Que traigan médicos y hagan una revisión”, apuntó.
Otra de las voceras de los familiares, Ingrid Suárez, comentó que desde que inició la cuarentena por el COVID-19, el hacinamiento ha aumentado en el Retén de Caraballeda. En las dos celdas, que tanto familiares como detenidos, llaman “La Jaula” y “Alcatraz”, había para marzo de este año un promedio de 90 hombres por celda. Hoy los familiares aseguran que hay entre 110 y 120 detenidos por celda, un espacio apto solo para dar cabida 30 detenidos.
“La situación en el retén es cada día peor. Mayor hacinamiento y la mesa que iba a revisar los casos no nos da soluciones todavía”, agregó Suárez.
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