Familiares de privados del Rodeo 2 y 3 piden reactivar ingreso de paquetería

***”Allí no tienen ni una pastilla para el dolor de cabeza. Si no pueden garantizarles atención médica, por lo menos deben permitir que les llevemos medicamentos, sus insumos personales y comida, porque solo les dan granos”, enfatizaron las madres y parejas de un detenido

Lidk Rodelo, Equipo UVL Miranda

Guatire – Familiares de los privados de libertad recluidos en el Internado Judicial Rodeo II y Rodeo III piden este jueves 25 de junio al Ministerio para el Servicio Penitenciario que permita nuevamente el ingreso de paquetería en ambas cárceles ubicadas en Guatire, estado Miranda.

A propósito del fallecimiento de otro privado de libertad registrado el miércoles 24 de junio en el penal Rodeo II, los familiares denuncian que el lugar no cuenta con servicios de salud ni personal de enfermería.

“Nuestros muchachos se están muriendo de mengua. Allí los dejan morir. Si ellos no pueden garantizarles la atención médica, pedimos que por lo menos nos permitan a nosotros llevarles la medicina que necesitan. Ellos son nuestra familia y nos duelen a nosotros”, recalcaron las mujeres que pudieron no ser identificadas, por temor a represalias contra sus privados de libertad.

Los parientes denunciaron que los privados de libertad les aseguran que todos los días están recibiendo arroz con granos y en porciones pequeñas, solo dos veces al día.

“Pedimos que se revise el menú y si no lo quieren cambiar, por lo menos que nos dejen a nosotras llevarles su comida. Esa comida los tiene mal alimentados, por eso hay tanta desnutrición y severos problemas estomacales”, apuntaron.

Las familiares agregaron además que están evaluando ejercer acciones contundentes, aunque no ofrecieron detalles, para que sea evaluada la situación actual en el Internado Judicial Rodeo II y Rodeo III.

Las visitas y la entrega de paquetería fueron suspendidas fueron suspendidas a mediados del pasado mes de mayo, cuando se registraron los primeros casos de COVID-19 en Venezuela, como medida preventiva para prevenir que los contagios llegaran a las cárceles.