Familiares de presos de la Comandancia de Policía de San Felipe: Hacinamiento y retardo procesal aumentan contagios de tuberculosis

Foto: Referencia

Este jueves 18 de febrero, familiares de los reclusos de la Comandancia General de la Policía de San Felipe, en el estado Yaracuy, volvieron a reclamar las condiciones insalubres en la que están sus allegados, además de los padecimientos que enfrentan para poder llevarles alimentos y medicinas a diario.

En primer lugar, un grupo de mujeres denunciaron que desde que se está rehabilitando el recinto, tienen a los presos más hacinados de lo normal y eso ha generado que el número de reos infectados con tuberculosis aumente de manera considerable. Hace días se obtuvo información que daba cuenta que al menos el 10% de los casi 700 privados de libertad allí ingresados esten infectados con esta enfermedad.

Y es que tras la fuga masiva ocurrida en agosto se aprobó un plan de remodelación del espacio, que en un primer lugar fue aplaudido  porque el mismo traería beneficios a los presos, pero la verdad es que la lentitud en la ejecución de la obra ha generado más problemas que soluciones.

«Mi muchacho cometió un delito y está preso, pero no hay derecho a que lo dejen morir allí enfermo como se encuentra, él no tenía nada de salud cuando lo metieron en este lugar, ahora ha bajado mucho de peso. Duerme en el suelo y no tiene como bañarse,  logró comunicarse hace días con nosotros y nos dijo que salió positivo con el examen de tuberculosis», sostuvo entre lágrimas una señora en las afueras de este retén policial mientras hacía la espera para entregar una bolsa con varios envases de alimentos que iba a hacerle llegar.

La historia de ella es muy similar entre las mujeres que allí pasan prácticamente las mañanas. Todas aducen que el retardo procesal y la precariedad del espacio son el principal factor para que los reos se enfermen.

Otra queja que hicieron saber al equipo de UVL Yaracuy es que ahora los policías no tienen un horario fijo para recibir los alimentos y medicinas que ellas les llevan.

«Hay ocasiones que nos reciben a las 10 de la mañana, otras veces más temprano o más tarde, la cuestión es que sino estamos aquí a la hora que ellos dicen, nuestros hijos y maridos no comen», exclamó otra de las entrevistadas esto sin dejar de indicar que la mayoría son de municipios foráneos de la capital yaracuyana e incluso de estados vecinos como Lara y Carabobo y debido a las restricciones sociales impuestas por la pandemia todo se les hace muy difícil.

Finalmente se refirieron a que la tarifa de  ‘La Causa’ también la han subido, manifestaron con mucho hermetismo, solo algunas de las declarantes, que semanalmente pagan en bolivares la correspondiente a  uno o dos dólares.

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