Eva Riera / UVL Falcón
Hacen cola fuera de la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Tucacas, municipio Silva del estado Falcón, desde primeras horas de la mañana. Unas llevan su tapabocas otras no, pero todas sostienen en sus manos envases con alimentos.
Se van temprano pensando que sus hijos, esposos, hermanos presos tendrán hambre, pero es casi al mediodía, cuando el sol está en su punto más incandescente, que los funcionarios salen a recibir lo que ellas con mucho sacrificio logran cocinar para ellos.
Les parecen injustas muchas de las cosas que pasan en el centro de detención preventiva (CDP) de la policía científica. Buscan hacer la denuncia, pero exigen la omisión de sus nombres por temor a represalias contra sus parientes.
-Queremos que traigan lo más pronto posible un plan cayapa porque muchos presos están enfermando y pasando hambre por la pandemia que estamos viviendo. La cayapa llega a otras partes, pero nunca viene a Tucacas. Aquí han muerto varios presos y no sabemos si es por las golpizas que les dan o por enfermedad. Hace como tres semanas les cayeron a golpes a varios y a los tres días sacaron a cinco presos enfermos para el hospital. Uno estaba tan delicado que lo pasaron para Coro –indicó una madre indignada.
Al director del Cicpc, Douglas Rico, le pidió que le diga a Nicolás Maduro que las ayude porque “hay muchos presos a los que no les han hecho audiencia preliminar por la cuarentena”. Muchos salían en libertad esa misma semana y la inacción de los tribunales lo ha impedido, precisó.
El maltrato en el CICPC de Tucacas, según indicaron, no sólo lo reciben los presos sino ellas.
“Nosotras, las madres, llegamos temprano con la comida y los funcionarios nos la reciben tarde. Además, a los presos les botan sus cosas personales y las tazas donde uno les trae los alimentos. Ya es hora de que le den un para’o al CICPC de Tucacas porque es una injusticia lo que estamos viviendo”, agregó.
Otra progenitora, aseguró estar exasperada por no saber cómo está su hijo desde que suspendieron las visitas para evitar el contagio por covid19.
“Necesitamos ayuda, estamos solicitando una jornada para que suban a los imputados al tribunal para la audiencia preliminar y otra del plan cayapa. Mi hijo está preso por unos ovejos, pero él los entregó y ahora en el expediente lo pusieron como cuatrero. Tiene más de veinte días allí, pero no lo he podido ver y me dicen que está golpeado”, añadió.
En su opinión, no los toman en cuenta por ser pobres. Ni por carta les dejan saber de sus familiares.
Otras personas afirmaron que el preso que está hospitalizado en Coro tiene líquido en los pulmones y está un poco delicado. Supuestamente no es el virus, pero creen que los médicos no denuncian “porque les tienen miedo a los funcionarios”.
La hermana de otro recluso aseguró que desde el jueves 14 de mayo no están permitiendo que se les lleve frutas ni jugos, solamente reciben comida y agua. Creen que se debe a que el lunes 11 de mayo maltrataron a un preso y no quieren que ellas se enteren de quien se trata.
“Los maltratan a todos casi todos los días y si se enferman ni una pastilla se les pueden pasar porque los funcionarios no lo permiten, es la verdad, y nosotros, sin dinero, ¿para dónde los movemos?, aquí hay muchas injusticias”, aseguró.
Precisaron que la situación es común en todos los CDP.
“Eso ocurre en el CICPC, la GNB, Polifalcón y las policías municipales. Todo es un misterio se mueren los presos y no se hace justicia y muchos enfermos “, dijeron.
Estas denuncias no pudieron ser confirmadas ya que, debido a la cuarentena y a las restricciones por la falta de gasolina, fue imposible ir al CICPC a hablar con el jefe de la Delegación.
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