Allegados a un ex recluso de la GNB en Trujillo revelaron que el hombre se enfermó tras haber sido detenido injustamente. Además, debido a la pandemia sus familiares, procedentes de otro estado, no podían visitarlo con regularidad
UVL Trujillo
Valera.- Allegados de un ex recluso de la Guardia Nacional Bolivariana, en el estado Trujillo, contaron los malos tratos que pasó su conocido durante su estadía en un Centro de Detención Preventiva ubicado en el municipio Miranda, durante la pandemia del COVID-19. Una situación que esperan no vuelva a repetirse, debido a que ha dejado secuelas en su vida.
Explicaron que el hombre, de unos 40 años de edad, fue aprendido por un delito cometido por otra persona y, aunque pensó que podría salir en libertad pronto, tuvo que pasar dos años tras las rejas sin una sentencia definitiva.
Los declarantes, quienes pidieron no dar mayores detalles del caso para evitar represalias, contaron que el ciudadano, mientras estaba en el calabozo de la GNB en Agua Viva, contrajo una infección bacteriana que afectó su condición física y mental. Esto al punto de no reconocer a sus seres queridos. Las autoridades se tardaron en permitirle la atención médica adecuada y también ralentizaron el proceso judicial.
Los familiares, quienes no son del estado Trujillo, debían hacer sacrificios para visitarlo. Abordaban camiones en semanas radicales de la cuarentena para poder llevarle alimentos, ropa y otros productos de aseo personal. No eran los únicos en hacer este tipo de viajes, pues en el lugar había otros en su misma condición de foráneos.
De acuerdo con datos extraoficiales de la llamada revolución Judicial, ejecutada entre los meses de junio y julio, la comisión otorgó tres medidas a personas detenidas por la GNB. Según los declarantes, entre ellos estaba el ciudadano.
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