Familiares se manifestaron en contra del proceso judicial, que a su juicio ha sido lento. Aunque no se quejan de las condiciones carcelarias, consideran que el tiempo perdido tras las rejas puede dejar secuelas en la vida de las enfermeras
UVL-TRUJILLO
Valera.- María Quintero y Yeraldine Bravo, enfermeras detenidas desde el pasado 20 de enero de 2022, cumplen nueve meses recluidas en la sede de la Delegación de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Valera, estado Trujillo. Sus familiares explicaron a Una Ventana a la Libertad que el proceso judicial ha sido lento, pero está próximo a llegar a su fin.
Los declarantes esperan que antes de finalizar el año, ambas ciudadanas puedan demostrar su inocencia y salir en libertad. Explicaron que su arresto fue injusto desde el principio, debido a que, a su criterio, fueron acusadas sin pruebas de la muerte de un bebé recién nacido en el Hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera. Caso por el cual también investigan a médicos del centro de salud.
Condiciones carcelarias
Tanto Quintero como Bravo permaneces encerradas en una de las celdas del Cicpc. Aunque sus familiares cuentan que las condiciones no son malas en el lugar, la privación de su libertad puede dejar secuelas emocionales y en sus carreras profesionales. “Están bien. El trato y las condiciones son buenas, no en su totalidad, pero esperan termine el juicio pronto” comentó la familiar vía telefónica este jueves, 8 de septiembre.
En la celda, exclusiva para mujeres, ambas ciudadanas comparten el espacio con una tercera procesada. Les permiten tener colchonetas para dormir, tienen acceso a un inodoro y a bañarse con agua por medio de una manguera.
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