En Vargas el tráfico de drogas es el delito que mantiene a extranjeros en Centros de Detención Preventiva

Foto: Referencia

A diciembre del año 2020 y de acuerdo a la data levantada por Una Ventana a la Libertad, un total de quince extranjeros permanecen detenidos en celdas de los CDP ubicados en el Litoral Central venezolano, mientras se sigue el proceso de sus juicios. El contacto con familiares es prácticamente nulo y escasos al tratarse de sus representantes consulares

Nadeska Noriega Ávila – UVL Vargas

    El hacinamiento, el retardo procesal y la inacción del Estado venezolano por cumplir con la garantía de los derechos de los privados de libertad, son tres variantes que enfrentan los venezolanos recluidos en los Centros de Detención Preventiva (CDP) de Venezuela. Una realidad difícil y dura, que se hace mucho más delicada cuando se es extranjero, especialmente en un sistema en el que los reclusos dependen en su totalidad de la atención de familiares, en aspectos fundamentales, como la comida y la medicina.

    Esta realidad la enfrentan por lo menos 13 privados de libertad que se encuentran en tres de los Centros de Detención Preventiva del estado Vargas, de acuerdo a la data levantada por Una Ventana a la Libertad, para diciembre del año 2020.  La investigación determina que estos 13 privados de libertad extranjeros, son hombres. En cuanto a su ubicación,  uno está recluido en el CDP Retén de Caraballeda, uno en el Retén de Macuto y once en el Comando Antidrogas de la Guardia Nacional ubicado en el Puerto de La Guaira.

    Que la  cifra de detenidos en el comando castrense sea la mayor, no es casual. Y es que el tráfico de drogas es el delito que envía a los extranjeros, capturados en su mayoría en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, a los centros de detención preventiva del litoral central venezolano.  Después del tráfico de drogas, el otro delito que involucra a los extranjeros es la trata de personas, teniendo igual como zona de detención el aeródromo más importante de Venezuela.

    “La mayoría de los casos de extranjeros detenidos están relacionados con el tráfico de drogas y en segundo lugar la trata de personas.  Son capturados en el Aeropuerto de Maiquetía y sus casos son presentados en los Tribunales locales. Para facilitar sus procesos de traslado a las audiencias se quedan en centros de detención local, pues en el caso de delitos relacionados con drogas y con la trata de personas no se otorgan medidas cautelares, sino que el juicio se sigue mientras que los imputados estén detenidos”, explica el Secretario de Seguridad Ciudadana de Vargas, Andrés Goncálves, al ser consultado sobre la situación de los extranjeros detenidos en la entidad costera.

     En cuanto a las nacionalidades, la mayoría son ciudadanos de islas del Caribe, como Trinidad y Tobago, Haití y República Dominicana. También hay mexicanos, españoles y colombianos.

Ser extranjero no hace diferencia

    Una de las aristas de lo que enfrentan los extranjeros detenidos en los Centros de Detención Preventiva de Vargas, es la falta de comunicación con familiares o con los propios representantes de sus consulados o embajadas.

   Existen algunos casos, que logran cierta comunicación con familiares o reciben dinero para hacer más llevadero el encierro.

   “Mientras hemos estado aquí, a ese detenido lo ha venido a ver un abogado que paga su gente y le trae algunas cosas. A través de ese abogado se ha comunicado con su familia. Él ya tiene dos años aquí, entonces ha intentado acoplarse. Ha hecho contactos en su celda y pues algunos le traen comida que el paga. Lo mismo con la ropa. El habla español enredado, pero uno lo entiende. Afortunadamente no es un hombre particularmente enfermo, porque uno aquí se apoya en familiares. En el caso de él, algunos amigos, trinitarios, vienen a traerle comida o alguna medicina”. Eso lo refiere uno de los custodios del Retén de Caraballeda sobre uno de los privados de libertad, Macalele Atide, un trinitario de 26 años, a quien se le sigue juicio por trata de personas.

     De acuerdo a esta fuente, que solicitó la omisión de su identidad, la vida de Atide en el centro de detención preventiva es igual a la del resto de la población privada de libertad en este espacio. No hay privilegios y en ocasiones, el no contar con familiares que hacen seguimiento en tribunales de su caso, trae como consecuencia que las audiencias o presentaciones de su juicio, vayan quedando postergadas.

Escapar para llamar la atención

    La indefensión en la que se sienten los extranjeros en los Centros de Detención Preventiva (CDP), hace que en ocasiones se tomen decisiones drásticas para llamar la atención de las autoridades venezolanas y hasta de sus representantes consulares.

    Este fue el caso de  Ivonne Josep Ferdina, una mujer de 57 años de edad y natural de Trinidad y Tobago, quien logró fugarse del Centro de Detención Preventiva Retén de Caraballeda el 12 de agosto de 2020, con el objetivo de llamar la atención y lograr que se retomará su juicio, que se encontraba paralizado.

    De acuerdo con información oficial, Ferdina logró salir tras despegar dos barrotes de su celda, ubicada en el segundo piso del Retén de Caraballeda, donde en un ala funciona el Centro de Detención de Mujeres y Adolescentes Trasgresores, bajo la custodia de la Policía Regional de Vargas y en el otro sector el Centro de Detención Preventiva del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

   Ferdina permanecía en el Retén de Caraballeda desde noviembre de 2016, cuando fue detenida por la Guardia Nacional en el Aeropuerto de Maiquetía. La mujer fue apresada junto a otros dos hombres de su misma nacionalidad. El trío trasladaba en ese momento a siete mujeres y dos hombres, con la promesa de trabajo en la isla de Trinidad y Tobago, oferta que posteriormente se descubrió, era un engaño.

   La mujer escapó en la mañana de su lugar de cautiverio y  en horas de la tarde, cuando se cercioró que su caso era comentado en redes sociales, realizó una llamada telefónica al centro de reclusión, expresando su deseo de ponerse a derecho. De acuerdo con su declaración en el Ministerio Público, aseguró que quería llamar la atención de su caso, pues tenía cuatro años en el Retén de Caraballeda y el juicio que se sigue en su contra, se encontraba prácticamente paralizado.

      El escape de Ferdina y su recaptura llamó la atención de los representantes consulares de Trinidad y Tobago. “Enviaron unos abogados a hablar con ella y le dieron apoyo para lograr su traslado a un centro de reclusión como Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), ubicado en Los Teques, en el estado Miranda”, explicó una fuente de la Dirección de Investigaciones y Estrategias Preventivas (DIEP) de la Policía de Vargas, que solicitó no ser identificado.

    Abogados consultados para esta investigación, coinciden en que el trato del privado de libertad extranjero, depende mucho de su nacionalidad y de la capacidad para adaptarse al medio ambiente. Igualmente a la naturaleza del CDP, siendo más llevadero en loe centros de detención preventiva de origen civil.

Leyendas

  1. El Comando Antidrogas de la Guardia Nacional en el Puerto de La Guaira es el Centro de Detención Preventiva con mayor cantidad de extranjeros en diciembre del 2020 (Foto Cortesía J. Gómez)
  2. El caso de Ivonne Josep Ferdina, una mujer de 57 años de edad y natural de Trinidad y Tobago, es muestra de la invisibilidad de los extranjeros en los Centros de Detención Preventiva (Cortesía Secretaría de Seguridad Ciudadana de Vargas)
  3. En el Retén de Caraballeda en una de las celdas a cargo del Cicpc esta uno de los extranjeros que aguarda juicio, un trinitario de 26 años que se ha acoplado para garantizar su supervivencia (Foto Nadeska Noriega)

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