Suspenden visitas por protesta. “Ellos tenían una protesta y el ciudadano director les suspendió las visitas y aparte no les deja pasar alimentos, los tiene aguantando hambre, no es posible (…) a veces les llevan es pura yuca, o agua de sardina, o agua de pasta”
Elvis Rivas, UVL Mérida
José Ángel Parra es padre de un recluso del Centro Penitenciario de la Región Andina. Denunció presuntos malos tratos hacia quienes hacen vida dentro de este reclusorio ubicado en la población de San Juan de Lagunillas, municipio Sucre de Mérida.
Explicó que los reclusos protestaron porque no les dejan pasar alimentos y para exigir transporte para las audiencias. “Ellos tenían una protesta y el ciudadano director les suspendió las visitas y aparte no les deja pasar alimentos, los tiene aguantando hambre, no es posible (…) a veces les llevan es pura yuca, o agua de sardina, o agua de pasta, a veces, y la visita de padres no los dejan pasar, solamente mujeres, hermanas y madres y es injusto que yo no vea a mi hijo desde hace más de seis meses”.
Parra estima que esta situación se viene presentando en el penal desde el año pasado, razón por la cual llamó la atención de las autoridades penitenciarias para que resuelva esta situación.
“Yo quisiera que el director tuviera un poquito más de moral y consciencia con esta gente que está allá purgando sus condenas y otros que no son culpables hasta que no se declare lo contrario, me gustaría que tuvieran conciencia por el retraso procesal, por la falta de alimentación porque este sábado y ya ha ocurrido otros sábados el señor director les ha suspendido las visitas y no entiendo por qué motivo no les deja pasar sus alimentos este sábado pasado”.
Según el denunciante, los presos levantaron su voz de protesta para solicitar se regularice el traslado a los tribunales de Mérida y El Vigía, el cual no se lleva a cabo por falta de transporte. “Había una empresa que les presta transporte, pero el ministro no ha aprobado esa buena fe de que los trasladen las audiencias”
Hacinamiento y enfermedades
“Es posible que haya hacinamiento”, señaló Parra, a la vez que aseveró que no hay respuesta alguna a esta situación que afecta a más de 1.200 reclusos. “El director se niega a dar una entrevista con los familiares. Yo pienso que este problema viene desde el año pasado, no hemos ninguna respuesta del ministerio, (…) a la fiscalía 22 he ido varias veces para que tomen cartas e investiguen, me pesa escucharlo decir de la ciudadana doctora no digo su nombre, ella misma me dice que les prohíben la entrada para saber las condiciones y el estado”.
Además, denunció que la población penitenciaria padece enfermedades que no son atendidas adecuadamente. “Es posible que haya enfermedades y que la atención medica les haya sido suspendida. No hay buen trato físico, moral y humanitario con esa gente del CEPRA”
Ante la posibilidad de algún tipo de represalias, aseveró que “yo responsabilizo el trato físico de mi familiar que esta allá y también de todos los presos que se encuentran allá porque para mí sería falta de consideración y daños de lesa humanidad contra esa gente que está allá”.
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