En CDP de Vargas enfrentan COVID–19 con paliativos y escasa vacunación

Hasta el 26 de julio, el monitoreo de Una Ventana a la Libertad solo pudo confirmar la vacunación con la primera dosis de la vacuna china Sinopharm de 32 reclusos en un operativo realizado del 22 al 25 de junio. De resto se han entregado gotas de Carvativir, un medicamento sin aval científico, que les fue entregado en los meses de marzo, mayo y junio de este año

UVL Vargas

La pandemia de COVID-19 se ha enfrentado en los Centros de Detención Preventiva del estado Vargas, en el lapso entre abril y julio de este año, con paliativos sin aval científico, como las gotas del medicamento Carvativir y con un incipiente proceso de vacunación, que hasta el 26 de julio, solo había favorecido a un total de 32 privados de libertad de los 498 que conforman a la fecha la población de detenidos del litoral central.

La afirmación se desprende del monitoreo de nueve Centros de Detención Preventiva (CDP), realizados por el equipo de  Una Ventana a la Libertad (UVL) en el estado Vargas, en la zona central costera de Venezuela.

En el estado Vargas no se cuenta con ningún recinto carcelario, por lo que los CDP cumplen las veces de centros de reclusión mientras se desarrollan las audiencias y los juicios penales. 

Estos nueve Centros de Detención Preventiva son: CDP para hombres bajo la custodia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), con sede en el Retén de Caraballeda; CDP para Mujeres y Adolescentes bajo la custodia de la Policía Regional de Vargas, con sede en el Retén de Caraballeda, el CDP de la Policía Municipal de Vargas en Macuto, el CDP para hombres Retén de Macuto bajo la custodia de la Policía Regional de Vargas, el CDP de Cicpc en La Guaira, el CDP del Destacamento Antidrogas de la Guardia Nacional, el CDP del Comando 452 de la Guardia Nacional y el CDP ubicado en el comando regional de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

Estos Centros de Detención Preventiva tienen una capacidad estimada para albergar a  220 personas, pero al 25 de julio de 2021  mantenían una población de 498 privados de libertad.

“Para finales del mes de junio de este año recibimos la directriz del Ministerio de Asuntos Penitenciarios que se empezaría la vacunación en los centros penitenciarios del país. Como un aporte a la decisión ministerial, la Secretaría de Seguridad Ciudadana junto al Estado Mayor de Salud, organizó una jornada de vacunación. Se atendió un promedio de 400 privados de libertad, todos fueron vacunados contra hepatitis, toxoide, fiebre amarilla y rubeola y los mayores de 59 años recibieron la primera dosis de a vacuna china, Verocell (Sinopharm)”, explica el titular de ese despacho en el litoral central, Andrés Goncálves, quien aseguró que la segunda dosis está garantizada y el proceso de vacunación de la segunda dosis se realizará la primera semana de agosto. 

Este proceso de vacunación, no fue informado en una alerta de manera oportuna por UVL pues el proceso se manejó de manera discreta, para evitar que la información influyera en el proceso de inmunización que se realiza en el estado Vargas y en donde la sede de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ubicada en Caraballeda, es centro de vacunación.    

En esa misma jornada, se entregaron a los privados de libertad algunas medicinas y gotas de Carvativir, como una “medida de prevención para el COVID-19”.

Aunque no existe ninguna confirmación científica que avale el uso de Carvativir, de acuerdo  la Academia Nacional de Medicina, ha sido un elemento recurrente en los mecanismos de protección aplicados a los privados de libertad.

Con esta entrega en el mes de junio, serían tres las veces que se ha entregado Carvativir a los privados de libertad. La primera vez en marzo[1] y la segunda en mayo de este año. Esta entrega solo ha sido confirmada en los retenes de Caraballeda y Macuto.

Sobre este tema, familiares de los privados de libertad han hecho saber a Una Ventana a la Libertad que no se sienten satisfechos con estas acciones y por ello demandan a las autoridades iniciar un proceso de vacunación que favorezca a mayor número de privados de libertad, especialmente por el nivel de hacinamiento existente.

En cuanto a otras patologías abordadas en este periodo, cabe resaltar la confirmación de un caso de VIH positivo en el Retén de Macuto, tras la jornada de salud realizada por la ONG Proyecto Once Trece y Una Ventana a la Libertad[2] en mayo de este año.

En esa jornada también se determinaron la presencia de casos de enfermedades infecto contagiosas de transmisión sexual.

Igualmente se recibieron denuncias de familiares de privados de libertad en el Retén de Caraballeda, sobre la presencia de cuadros virales y de diarreas, que ameritan una jornada posterior realizada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Vargas.


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