A las afueras de los comandos policiales, madres, hermanas, esposas y otros parientes comentan que esperan les garanticen los tratamientos si se llegaran a presentar casos del nuevo coronavirus en el interior de los comandos policiales, a pesar de que en muchos ya comenzaron a vacunar
Tibisay Romero
La pandemia por la Covid-19 no cesa, al contrario, con la aparición de variantes nuevas, la preocupación está latente entre aquellos que tienen a algún familiar o amigo detenido en comandos policiales. Si bien en algunos casos han recibido la primera dosis de la vacuna, las fallas en el suministro de agua, la falta de medicamentos y de servicios médicos en los Centros de Detención Preventiva (CDP), causa temor entre parientes de los internos.
Aunque en los CDP ubicados en Carabobo las condiciones han mejorado relativamente, por la descongestión de la población detenida, aún se espera que realicen la vacunación contra la Covid-19, de forma más expedita, en algunos recintos para evitar así que se produzcan contagios entre los detenidos.
Hay poca información sobre el tema de parte de quienes comandan los CDP, respecto a si ha habido casos positivos del virus y cómo los han tratado, lo que genera más incertidumbre.
En las cercanías de los CDP, los parientes señalan que la aspiración que tienen es que les garanticen los tratamientos a los detenidos, si llegaran a ser contagiados por el virus que ha causado la pandemia.
“Siempre es una preocupación saber que uno tiene un hijo allí y con este Covid-19, aumenta la angustia. Ruego a Dios que, si se enferman, reciban la atención médica y no los abandonen”, expresó una mujer mayor que esperaba noticias a las afueras del comando de la Policía Municipal de Valencia, en pleno centro de la capital carabobeña, luego de llevar la comida a su hijo.
Sin embargo, en los CDP monitoreados por Una Ventana a la Libertad, se confirmó que las visitas de familiares también se efectúan con el cuidado de las medidas de bioseguridad que impone la pandemia; distanciamiento físico y hasta donde es posible, precaución.
A pesar de ello, una de las preocupaciones de los cercanos es que en verdad se utilice el tapaboca en cada celda o espacio donde permanece la población detenida y que logren lavar sus manos con cierta frecuencia, porque ciertamente los CDP tienen agua potable, pero las fallas en el suministro que afecta a la población de los municipios donde se encuentran, también les afecta a ellos.
En ocasiones, los jefes de los CDP gestionan camiones cisternas con agua potable para el aseo de los detenidos, así como de las áreas comunes y la preparación de comidas.
Policía Municipal de Libertador
En el Comando de la Policía Municipal de Libertador los detenidos ya recibieron la vacunación contra la Covid-19. No se informó cuál es la vacuna que emplearon para inmunizar a los allí recluidos.
“Las visitas son supervisadas, no permiten abrazos y mucho menos besos”, afirmó un familiar que observó que esta restricción es beneficiosa para los allí recluidos.
En este CDP permanecen 25 hombres y 3 mujeres. En este momento, al cierre de noviembre de 2021, no tienen reporte de ninguna enfermedad, pero en 2020 si hubo un caso de tuberculosis que requirió atención médica y el cuidado con tratamiento médico. Hace cuatro meses fue trasladado al Internado Judicial de Carabobo, ubicado en el mismo municipio Libertador.
A diario los familiares acuden con comida y agua potable para garantizar la alimentación e hidratación de los detenidos. Cuentan con una cocina eléctrica para que también cocinen.
Policía Municipal de Naguanagua
En el caso de la Policía Municipal de Naguanagua, los 35 detenidos recibieron la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V.
La jornada se cumplió a mediados de noviembre y para ello acudieron enfermeros del Ambulatorio Miguel Franco de Naguanagua, dependiente del Instituto Carabobeño para la Salud (Insalud) al CDP.
Hay un caso de un hombre que sufrió un accidente cerebrovascular, fue llevado a una institución de salud pública y permanece con tratamiento en el comando. También permanecen tres detenidos que padecen trastornos mentales.
La condición de discapacidad mental es un poco considerada en las comandancias policiales, muchas veces porque no se diagnostica y en ocasiones debido a que no se conoce la forma de tratarla, según advierten funcionarios policiales de varios CDP consultados sobre este particular.
Policía Municipal de Los Guayos
El comando de este cuerpo policial tiene capacidad para 30 detenidos, hasta la fecha no han sido vacunados para prevenir la Covid-19. En la última semana de noviembre estaban recluidos 36 hombres y una mujer.
En este CDP cuentan con baños dispuestos para los detenidos.
Policía Municipal de Valencia
En este CDP hay 48 detenidos, tres de ellas son mujeres y el resto hombres que ocupan celdas y espacios de oficinas y del comedor.
No se obtuvo la información sobre si ya iniciaron la vacunación contra la Covid-19.
En el comando de la Policía Municipal de Valencia, funciona un baño que se encuentra cercano al patio central. También padecen por las fallas en el suministro de agua potable y los familiares buscan proveerles del líquido para calmar la sed.
La solidaridad
En medio de la pandemia tan extensa que se vive a nivel mundial, los familiares relataron que muchos de los detenidos comparten los alimentos y el agua que les llevan con aquellos que no corren con la misma suerte.
“También les mandamos tapabocas para que le den a los que no tienen familia cerca que vele por ellos (…) Esta es una lucha de resistencia, pero además de solidaridad”, refirió una de las madres consultadas.
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