En Valencia “SOLO UNA PARED NOS SEPARA DE LA TRISTE REALIDAD DE LOS PRESOS”

Lo que ocurre en el interior de la sede de la Policía Municipal de Valencia, ubicada en una de las esquinas de la plaza Bolívar de la capital de Carabobo, no puede ser observado por las cientos de personas que a diario atraviesan el boulevard para ir a sus trabajos o casas en el centro de la ciudad.

El comando tiene una pared blanca que lo rodea, la altura no permite ver hacia el interior. Afuera todo transcurre con aparente normalidad. Solo cuando llegan las horas para llevar la comida a algunos detenidos, se nota un poco más de movimiento en las cercanías del lugar que es uno de los Centros de Detención Preventiva de Valencia.

La instalación policial tiene a su alrededor numerosas tiendas de ropa, zapatos, telas, relojes, bisutería, ventas de comida. Al cruzar la plaza Bolívar está la Catedral de Valencia y, un poco más distante, hay casas de familia.

“Uno no puede ni imaginarse lo que hay dentro de la policía aquí. Una vez entré para ayudar a repartir unas comidas y quedé asombrada de la delgadez de los presos, de la cantidad de personas apretujadas en un pequeño espacio. Pedían comida, agua y cigarros, algunos de ellos. Solo una pared nos separa de la triste realidad de los presos”, detalló María Rodríguez, que trabaja en un negocio en la zona.

Un vendedor ambulante de bebidas, llamado Juan, camina con frecuencia por ese sector céntrico. Su percepción es similar: “Desconozco lo que viven allí los presos, pero he escuchado que no es bueno. Hay enfermos y no tienen comida”.

Varios consultados indicaron que han escuchado el comentario de que esa sede policial podría ser mudada hacia otro sitio de la ciudad. Para ellos significaría un alivio porque los riesgos que tienen cuando se han producido fugas o motines, disminuirían.

“Fíjese que se han fugado de la policía en San Joaquín y ahora en San Diego. Nunca se sabe”, refirió Luz Pérez que es asidua a la plaza  Bolívar y sus alrededores aunque su residencia está hacia la avenida Lara, un poco más al sur de la ciudad.

“Cuando escuchamos algo que pensamos que son disparos, bajamos pronto la santamaría para protegernos, por si acaso. Esta zona es comercial y creo que no es adecuado que haya un comando policial por aquí y eso que para acá no han traído detenidos de las protestas, según hemos escuchado”, señaló una empleada de una tienda que no quiso identificarse.

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