Los familiares de las privadas de libertad que fueron trasladadas irregularmente del anexo femenino del Internado Judicial de San Antonio, en el estado Nueva Esparta, el pasado 16 de septiembre de 2017, denunciaron que muchas de las detenidas están enfermas y que sus vidas corren peligro en los centros de reclusión a los que las enviaron, en los que además permanecen solas, sin visitas, porque sus conocidos no pueden viajar a verlas.
Angélica Neira informó que su hermana Verónica Bencomo, trasladada a la cárcel Fénix, en el estado Lara, está padeciendo de hepatitis, complicada con un problema en los riñones que le impide caminar por el dolor, y que no está recibiendo tratamiento alguno.
“Me mandó a avisar con la familiar de otra detenida que está enferma, me está pidiendo medicamentos y yo no cuento con los recursos para trasladarme tan lejos, me quedé sin empleo por toda esta lucha. Casi no he podido hablar con ella porque la custodia de acá, Andreina Mendoza, hizo una llamada y pidió que la restringieran porque los familiares estaban protestando. La única vez que hablamos me confirmó lo mal que está. Nadie nos da razón de ella”, afirmó.
Neira comentó que en esa conversación su hermana le contó que en el penal en el que se encuentra siempre se presentan problemas, que es muy grande y que cuando hay motines, como ocurrió recientemente, los hombres recluidos allí golpean, violan y roban a las privadas de libertad, por lo que teme por la vida de Verónica.
“Me aseguró que es un penal muy grande. La cárcel de mujeres está en el medio de la de los hombres. Cuando hubo esa irregularidad le quitaron y dañaron lo poco que tenía. Unos padres de otras detenidas pudieron viajar y le habían llevado los artículos que pude comprarle con mi liquidación. Ella me dijo ‘yo corrí mi hermana, porque si no corría me mataban, dejé todo y lo agarraron’. Hasta la única camisita que le había podido comprar del uniforme se la quitaron, porque el gobierno nunca le ha dado, todos se los he comprado yo. Sus zapatos también, anda descalza, tiene el período y me comentó que anda ‘rueda libre’, como dice ella, porque hasta la ropa interior se la dañaron. No tiene toallas sanitarias, ni papel higiénico, solo la ropa que tiene encima”, aseveró la denunciante.
De acuerdo con la información que maneja Neira, quien es abogada, Bencomo todavía se encuentra bajo supervisión y castigo, no tiene derecho a visita, ningún derecho y debe quedarse en este penal seis meses porque fue la petición de la directora del internado de Margarita, Fanny Parra, quien quiso perjudicarla de esta forma por haberle cantado el himno, junto a las otras privadas que protestaron de esa forma por el maltrato que venían sufriendo por su parte y de las custodias, quienes alargaron los días de visita, redujeron las llamadas telefónicas y la cantidad de agua que podían tomar, entre otras cosas.
Hay otras jóvenes enfermas de este grupo de 17 trasladadas que tienen que cumplir tratamientos médicos y no lo están haciendo. De varias ni siquiera tienen información. A Reicar Ramos se la llevaron enferma de Margarita a la Penitenciaría General de Venezuela, ubicada en Guárico. Le están prestando algo de apoyo, pero tampoco tiene a sus seres queridos cerca.
Su padre Héctor Ramos precisó que ella tiene una afectación en un seno que amerita consultas y tratamiento médico. Comentó que se la llevaron sin sus medicamentos, uniformes y artículos personales.
“Hemos hecho de todo para llamar la atención de la ministra del Servicio Penitenciario, Mirelys Contreras, para exigirle el regreso de las internas y la destitución de la directora del recinto, Fanny Parra, quien lo único que hace es maltratar a las privadas”, dijo.
En la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo, está recluida Lorennys Pérez, quien es anémica y tiene principio de osteoporosis. Sus familiares indicaron que ha sido muy difícil porque allá hay que comprarle hasta la colchoneta en la que va a dormir, ya que no hay. En este centro, aseguran, no está implementado por completo el régimen penitenciario, por lo que también temen por su seguridad.
La abogada refirió que desde que se concretó el traslado han buscado ayuda en todos lados, haciendo la denuncia ante todos los organismos competentes y hasta por la prensa. “Esto parece un pueblo sin ley, en el que el poder de tener un cargo está por encima de los derechos de las demás personas, es más importante eso que los decretos de la nación, no sé a dónde vamos a llegar. La Ministra brilla por su ausencia, le hemos enviado el caso hasta por las redes sociales y no aparece. Nadie voltea la mirada hacia Margarita. Allí hay una cortina y no dejan mirar para acá porque la directora Parra está protegida por alguien con un gran cargo en el gobierno”.
Ante estas irregularidades nuevamente solicitan que trasladen a las detenidas Georgina Bermúdez, Amanda Olivares, Verónica Bencomo, Lauriannys Bermúdez, Mirvelys Carolina Díaz, Norbiris Carreño, Mariangel Cedeño, Johana Martínez, Maira Márquez, Lorennys Pérez, Selenia Ramos, Francilis Velásquez, Euviana Martínez, Reicar Ramos y Mónica Brito a su estado o a uno más cercano para que sus familiares puedan llegar a ellas.
“Nos encontramos sumergidos en una violencia carcelaria entendiéndose esta como un problema pluridimensional que se manifiesta desde cuatro ámbitos diferentes, pero el que nos atañe en esta oportunidad es la ejercida por el personal penitenciario, que se realiza a través de los malos tratos a los reclusos y el trato humillante a sus familiares. Les están violando su derecho a la salud, a la familia, a las visitas, a la comunicación oral y escrita, a la preservación de sus vidas y a recibir un trato digno, entre muchos otros. Es urgente que las autoridades tomen acciones para solventar este caso”, finalizó Neira.
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