Custodios señalan de “mulas” a madres de privados de libertad y cuando son chequeadas hasta con un médico, no les consiguen nada
Un grupo de familiares de privados de libertad que se encuentran en la Comunidad Penitenciaria Fénix irán hasta la fiscalía superior del Ministerio Público en el estado Lara para denunciar el maltrato que sufren en la visita a los presidiarios además del mal proceder en los sistemas de seguridad internos.
Las cinco mujeres también acudirán ante la justicia larense porque consideran que fueron violados sus derechos humanos, pues custodios y directivos del recinto carcelario las acusaron de “mula” al sospechar que llevaban en su cuerpo droga, pero luego de exámenes médicos poco rutinarios no pudieron comprobar que trasladaban sustancias ilícitas.
Las cinco damas acudieron el lunes 6 de agosto a la visita rutinaria de privados de libertad de Fénix, cárcel que se ubica al norte de la ciudad de Barquisimeto, capital larense. Las mujeres llevaban alimentos envasados y artículos de aseo personal para los reos cumpliendo todas las exigencias internas pero cuando comenzaron a transitar por cada una de las estaciones de seguridad comenzaron a tener problemas.
Cuando las mujeres sortearon los 3 primeros dispositivos de seguridad y les quedaba el escáner corporal, los funcionarios detectaron sombras en la zona del vientre. El custodio encargado de esta estación de seguridad llamó a sus superiores para verificar las sospechas y en segundos trasladaron a las mujeres para un área aparte y posteriormente a un baño para hacerle otras pruebas y ejercicios (incluido orinar) para comprobar lo que había emitido el aparato.
“Cuando vieron la sombra en mi vientre empezaron los maltratos. Los hombres y mujeres custodios empezaron a vociferar que yo ‘estaba cargada’. Cuando eso se conoció, llegaron más funcionarios de lo normal y todos nos acusaban. Cuando nos ingresaron al baño comenzaron a gritarnos y a pedirnos que botáramos lo que llevábamos para terminar con ese procedimiento rápido” confesó una de las afectadas y denunciantes del caso.
Tras varios minutos de prueba y que obligaran a las damas a orinar, los funcionarios regresaron hasta donde se encontraban los superiores y éstos al enterarse de que los ejercicios y la prueba no arrojaron resultados comenzó a interrogarlas de una manera poco respetuosa.
“Gritos iban y venía. Me decían a cada rato que yo estaba cargada además de que me amenazaban que el mal de estar cargada no solo iba a ser para mi que me iban a poner los ganchos (las esposas) sino para mi hijo que estaba preso y podía recibir castigo” contó otra de las afectadas con lágrimas en los ojos cuando recuerda lo que vivió.
Los jefes de custodios, luego del interrogatorio, procedieron a llamar a un chofer y a un Guardia Nacional para ordenar un traslado de las mujeres hasta el CDI de Tamaca que se ubica a unos 5 minutos de Fénix “porque a esas mujeres tenían que hacerle exámenes y una ecografía para determinar que no llevaba carga”.
“Desde que nos montamos en la patrulla eso fue peor. Todos los Guardias que nos acompañaban en la patrulla nos maltrataban verbalmente y psicológicamente, pues nos acusaban, nos decían cuántos años estaríamos presas, en fin, usaron palabras que nos intimidaba, pero gracias a Dios cuando el médico nos examinó no encontró nada en ninguna de nosotras” relató una señora que es enfermera y visiblemente estaba molesta.
Las mujeres, luego de regresar a Fénix y ver a sus parientes, decidieron acudir a la Fiscalía 21 con competencia en Derechos Fundamentales y la 25 para la defensa de la mujer para colocar la denuncia pero en ninguna fueron atendidas. “El fiscal 21 hasta nos ignoró” acotó una de las damas que prefirió resguardar su identidad para evitar represalias contra su hijo privado de libertad.
“Yo me siento indignada por lo que me hicieron por cómo me trataron. Los fiscales tampoco colaboraron y no puede ser justo el trato que le dan a uno como familiar de privado de libertad. Ninguna de las mujeres que le vieron la mancha oscura en el escáner le consiguieron algo y sin embargo nos seguían maltratando. Las denuncias las haremos llegar a la fiscal superior Ana Luisa Gómez y esperamos respuestas contundentes sobre esto” expresó una de las mujeres denunciantes.
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