Nadeska Noriega / UVL Vargas
La huelga de hambre que mantenían 124 reclusos que se mantienen bajo la custodia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en el Centro de Detención Preventiva que funciona en el llamado Retén de Caraballeda, en el estado Vargas, culminó este lunes 6 de julio, tras llegar a un acuerdo con el Ministerio Público para instalar una Mesa Técnica y realizar una revisión de los casos de cada uno de los privados de libertad.
De acuerdo a los datos suministrados por los familiares los reclusos que se habían declarado en conflicto son los detenidos en la celda que ellos llaman “Alcatraz”. La exigencia de la celeridad procesal está ligada al descongestionamiento de la celda, un espacio estipulado para unos 20 o 25 reclusos, que hoy es ocupada por 124 hombres.
Familiares explicaron que dos fiscales del Ministerio Público: Amaranta Vásquez y Francis Laverde, fueron designadas para coordinar esta Mesa Técnica y realizar una revisión de los casos, tomando en cuenta las solicitudes de medidas humanitarias por enfermedades o deterioro de la salud, los casos de detenidos con condena definitiva y que no han sido trasladados a las cárceles asignadas como centro de reclusión y la habilitación de un tribunal para los casos que ya han pasado los 45 días en espera de la presentación preliminar.
“Nosotros lo que pedimos es que así como se ha dado flexibilización a sectores comerciales y a tiendas, se le de flexibilización a los tribunales, para que ellos puedan ver los casos de nuestros familiares, se de flexibilización para los traslados. Eso es lo que pedimos”, contó Norka García, familiar de un recluso.
Este lunes los familiares comenzaron a acercarse nuevamente al Retén de Caraballeda a llevar comida, a pesar de la restricción por la radicalización de la cuarentena.
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