
Familiares de los detenidos que se encuentran en los calabozos de la Policía del estado en El Tigre exigen traslados a sus zonas de origen con la finalidad de contar con alimentación diaria
Giovanna Pellicani.- El Pitazo / Anzoátegui
El Tigre.- Con agujas e hilos sellaron sus bocas cuatro privados de libertad que se encuentran en uno de los calabozos del Centro de Detención Preventivo (CDP) de Polianzoátegui, ubicado en la zona sur de la entidad. Ellos exigen celeridad procesal y traslados a sus zonas de origen.
La huelga inició la mañana de este miércoles 18 de junio, cuando los 205 internos que se encuentran en centro policial comenzaron a denunciar la falta de alimentos y precarias condiciones en las que se encuentran detenidos.

Bryan Farías Urdaneta, Anthony Roger Millán, José Quintero y José Rojas cosieron sus bocas y exigieron la presencia del recién nombrado director del cuerpo de seguridad, el comisionado Álvaro Alfaro, quien acudió al lugar a escuchar sus exigencias. El resto de los privados también se unieron a la protesta.
Y es que según cuentan familiares de los detenidos, existen grandes limitaciones para continuar garantizando la alimentación de quienes allí se encuentran debido a que muchos no están en sus zonas de origen.
“Los cuatro privados en huelga son de Barcelona y sus familiares no pueden traerles comida a diario, es por eso que se requiere sus traslados de inmediato, así como del resto de los detenidos cuyos parientes no han podido garantizarles alimentos por las dificultad que han presentado para trasladarse”, relató la madre de uno de los internos, quien prefirió mantener su nombre en reserva por temor.
Algunas de las personas que esperaban saber sobre el estado en el que se encontraban los privados contaron que José Quintero, quien es uno de los jóvenes que se cosió la boca, fue condenado a siete años de prisión y tiene nueve años recluido en el lugar.
“Con carácter de urgencia necesitamos que agilicen las causas porque muchos están prácticamente secuestrados allí, debido a que ya pagaron su condena, pero el sistema judicial se ha olvidado de ellos y poco a poco el hacinamiento se va acrecentando. Esos calabozos tienen capacidad para 40 personas y ahorita están más de 200”, resaltó la prima de uno de los detenidos.
Foto Cortesía
Denuncia que uno de los privados había sido condenado a siete años de prisión y tienen nueve años recluido en el CDP
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