
El deterioro de las instalaciones, la insuficiencia de efectivos para el resguardo y la complicidad Interna son los principales factores que favorecen las fugas en los sitios de reclusión temporal.
Elvis Rivas/ UVL Mérida
Los Centros de Detención Preventiva (CDP) del estado Mérida, no escapan a las fugas de privados de libertad de las instalaciones de reclusión temporal, que al igual que el resto de CDP del país, se han convertido en sitios de larga estancia, en los que procesados, condenados e incluso muchas personas sin que se les hayan respetado los lapsos para los procesos judiciales, permanecen por años recluidos en lugares que no cumplen con los requisitos mínimos que garanticen salubridad, atención médica, alimentación y bienestar de los detenidos.
Aunque en menor medida que en otros estados del país, en los retenes de la policía y de los demás cuerpos de seguridad, esporádicamente también se presentan evasiones de privados de libertad, quienes burlan en algunos casos, la seguridad de los CDP y en otros, en complicidad con efectivos y custodios, dejan las instalaciones de manera ilegal.
Durante el año en curso, se han presentado evasiones en instalaciones tanto de la policía del estado Mérida como de la Guardia Nacional Bolivariana y del CICPC. Apenas comenzando el 2021, específicamente el 09 de enero, tres detenidos que se encontraban bajo custodia de la GNB en el punto de control de Las González, municipio Sucre de la entidad andina, burlaron la seguridad y se evadieron de las instalaciones. Los tres hombres, de los cuales uno fue capturado luego de la fuga, esperaban ser trasladados al Centro Penitenciario de la Región Andina, CEPRA, ubicado en esa misma jurisdicción.
Wilmer Efren Avendaño Araujo, José Rubén Peña Sánchez y Toni Borges Mendoza se encontraban en el retén temporal de la alcabala de las González, ubicado en la vía que comunica a Mérida con El Vigía a la espera de ser trasladado a la cárcel ubicada en la adyacencias a la población de San Juan de Lagunillas, a pocos kilómetros del lugar. El entonces Comandante de la Zona No. 22 de la Guardia Nacional Bolivariana de Mérida, G/B Carlos Aigster, señaló que luego de realizado un despliegue operativo en el cual participaron los cuerpos de seguridad, lograron la captura de José Rubén Peña Sánchez. A la fecha, no se sabe el paradero de los otros dos evadidos.
A raíz de esta situación, el día 15 de enero, familiares de otros detenidos denunciaron presuntas irregularidades en este CDP. Señalaron que luego de la fuga de los tres detenidos el 09 de enero, arreciaron las medidas de seguridad lo cual complicó durante esos días, el ingreso de agua y alimentos a las instalaciones.
Las mujeres también se fugan
Según denuncias de familiares de privados de libertad, los Centros de Detención Preventiva no cuentan con instalaciones adecuadas para la permanencia de mujeres. Los espacios son improvisados y adecuados para que las féminas permanezcan separadas de la población masculina. Sin embargo, la seguridad también falla en ocasiones dando paso a la evasión de privadas de libertad.
En mayo de este año, una reclusa se fugó del CDP ubicado en el Centro de Coordinación Policial de El Vigía estado Mérida. El día 14 de ese mes se conoció que la mujer de nombre Rosana Andreina Villarreal Rivas, quien purgaba condena por el delito de homicidio rompió uno de los barrotes de la celda para dejar las instalaciones, sin que hasta ahora, haya sido recapturada.
En su momento, información policial indicó que la reclusa, quien habría sido penada y purgaba condena por el delito de homicidio, rompió uno de los barrotes de la celda para evadirse. Según el parte policial, los efectivos se percataron de la fuga cuando pasaban revista y notaron la ausencia de la mujer. Posteriormente, comisiones policiales iniciaron un operativo de búsqueda para tratar de localizar sin éxito, a la evadida de la sede policial, en la que en ese momento se encontraban recluidas más de 80 personas, de las cuales, al menos 22 ya habían sido sentenciadas.
Recluso se fuga y privan de libertad a cinco policías
La complicidad interna de efectivos policiales y custodios es uno de los factores que favorecen la fuga de privados de libertad. En agosto de 2021 se reportó la evasión de un preso del CDP de la policía de El Vigía.
Jonder Jesús Arellano de 33 años de edad se encontraba detenido en el CDP de la Coordinación Policial No 8 de Polimérida por los delitos de robo de vehículos y porte ilícito de arma de fuego. Fue reportado como fugado del área de registro y control del CCP 8 de esa jurisdicción, razón por la cual, las autoridades iniciaron la búsqueda del hombre, cuya fuga fue la segunda de este retén policial durante 2021.
Luego de iniciadas las investigaciones por el delito contra la administración de justicia (fuga de detenidos) quedaron bajo la custodia cinco funcionarios policiales. Posteriormente, el seis de agosto, durante la audiencia de presentación, los cinco efectivos fueron privados de libertad por el juez de control número dos del Circuito Judicial de El Vigía.
Se conoció que el Ministerio Público solicito la medida de privativa de libertad por «evasión dolosa y asociación para delinquir» en la fuga de Jonder Jesús Arellano, de 33 años de edad, quien se encontraba detenido en el CDP de la Coordinación Policial No 8 de Polimérida por los delitos de robo de vehículos y porte ilícito de arma de fuego.
Sin embargo, información obtenida de fuentes policiales, los abogados de los cinco funcionarios prepararon la defensa dado que, según dijeron, «se ha presentado un hecho de fuga que pretenden endosar a los defendidos, sin existir elementos de convicción que demuestren la responsabilidad de los mismos, una de las razones que pudo constituir está situación es la deteriorada situación que presenta el centro reclusorio».
Denunciaron que el retén policial no cuenta ni con la estructura adecuada ni con el personal suficiente para resguardar las instalaciones.
Fuga en el CICPC de El Vigía: uno de los prófugos murió en enfrentamiento con la policía
Los espacios destinados para el resguardo de detenidos en el Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de El Vigía, también ha sido escenario de fugas de detenidos.
El 20 de agosto de 2.021 fue reportada la evasión de dos hombres de las instalaciones de la policía científica. Alejandro Blanquiset y Edwin Molina decidieron romper los barrotes de su celda para escapar de las autoridades. Los dos hombres, quienes huyeron hacia una zona enmontada luego de saltar una pared de la sede del CICPC, rompieron los barrotes de la celda dónde se encontraban recluidos para darse a la fuga, acción que fue detectada pasadas las 11:45 de la noche. De inmediato se inició la búsqueda de los prófugos que llevo a la detención de uno de ellos.
Blanquiset, de 21 años de edad fue recapturado en el barrio «El Naranjal» de la capital del municipio Alberto Adriani. Su compañero de fuga de 27 años, no corrió igual suerte: horas después, murió durante un enfrentamiento con las comisiones que le buscaban. Edwin Hernando Molina Andrade, perdió la vida en una zona boscosa del barrio «Las Flores» de El Vigía durante el operativo de búsqueda que se llevó a cabo luego de su fuga con otro privado de libertad quien fue recapturado a mediodía del viernes 20 de agosto.
En Ejido, un detenido se fuga durante el proceso de ingreso al CDP
El hecho ocurrió en la comisaría policial de la población de Ejido, municipio Campo Elías del estado Mérida el 30 de agosto de 2.021. Para sorpresa de los efectivos policiales, Christopher Puentes, quién fue detenido por atraco a mano armada en un sector de la sede de la capital de Campo Elías, aprovechó un descuido de los efectivos policiales para evadirse, saltando hacia el techo de la Coordinación Policial No. 3 de esa jurisdicción. Minutos después fue recapturado por efectivos quienes al percatarse de la situación iniciaron la búsqueda y lograron darle captura en una zona cercana.
CEPRA: cárcel modelo de Venezuela, escenario de fugas
Durante el año 2.021, el Centro Penitenciario de la Región Andina también ha sido escenario de evasiones.
El 22 de marzo se reportó la ausencia de dos reclusos de la penitenciaria merideña. Luis Alfredo Vásquez, alias «El Bigott» y José David Jiménez no respondieron al llamado de sus nombres durante el pase y número realizado en horas de la mañana de ese lunes. Habían dejado las instalaciones violentando la seguridad del reclusorio. Luis Alfredo Vasquez, alias «El Bigott» fue recapturado en la población de Jají, municipio Campo Elías del estado Mérida. Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana llevaron a cabo el procedimiento luego de una intensa búsqueda que se llevaba a cabo desde el momento de la fuga. Vásquez fue condenado en 2.016 a 30 años de prisión por estar implicado en el asesinato de dos comerciantes en la población de Timotes, municipio Miranda del estado Mérida. Durante las investigaciones fue desmantelada la banda «Los jinetes del páramo», vinculada al robo de vehículos.

Cuatro meses después, el 31 de julio a través de medios de comunicación internacionales, se supo que el segundo hombre fugado, identificado como José David Jiménez, fue capturado en la población de Manta, Ecuador, junto a otros cuatro venezolanos, quienes integraban una banda delictiva.
Deterioro en Centros de Detención preventiva
El 30 de octubre de 2.021 una evaluación realizada por la policía del estado Mérida al retén de la comandancia general ubicada en el sector Glorias Patrias de la capital andina, determinó el mal estado en que se encuentra la instalación, que en ese momento albergaba a 42 privados de libertad.
La información policial indicó que los pisos, techos y paredes del reclusorio se encuentran en malas condiciones. «El piso y las paredes no se encuentra en buen estado de uso y funcionamiento, quizás por los daños ocasionado por los privados de libertad que están allí en calidad de cuido», señala el reporte.
Reparaciones para evitar fugas
El informe recomienda realizar trabajos de restauración tanto a las instalaciones del retén, como al sistema eléctrico, también en mal estado. De igual forma, consideran necesario la reparación de algunos boquetes en las paredes para evitar posibles fugas, con especial énfasis en un boquete existente en la columna de la pared que da a la calle y colinda con la avenida los «Obispo Ramos de Lora», lugar donde están ubicados los baños utilizados por los privados de libertad.
Los familiares también han denunciado las filtraciones de agua de lluvia en los techos del CDP, lo cual inunda las instalaciones en épocas de lluvia, razón por la cual solicitaron atención de las autoridades.
Durante la gestión del ex gobernador de Mérida, Alexis Ramírez, se asomó la posibilidad de construir un retén policial nuevo a las afueras de la capital andina, proyecto que hasta el cierre de su gestión en 2017, nunca se consolidó.
En igual condición se encuentra el resto de las instalaciones policiales del estado. Aún cuando la Revolución del Sistema Judicial, ordenada por el presidente Nicolás Maduro para el descongestionamiento de los retenes policiales disminuyó en gran medida la cantidad de privados de libertad en todos los CDP de la entidad, el problema persiste: la falta de seguridad y el deterioro de las instalaciones no garantiza los derechos humanos de quienes se encuentran detenidos, muchos de ellos, purgando condenas de larga data.
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