En conmemoración al Día Internacional de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1997, nace Una Ventana a la Libertad (UVAL), con el propósito de visibilizar la terrible cotidianidad de los presos que poblaban las cárceles venezolanas por la carencia de información en cuanto a los Derechos Humanos de los hombres y mujeres privados de libertad. El equipo impulsor de UVAL estuvo integrado por Carlos Nieto P., Carol Carrero Marrero., Aída Martínez, Livia Montes y el padre Roberto Martialay S.J, entre muchos otros defensores y defensoras de derechos humanos. No imaginábamos que el hacinamiento como potenciador de la violencia intracarcelaria, que nos impresionaba en aquella época, se extendería a los calabozos policiales hasta convertirlos en crueles depósitos de seres humanos, signados por la desnutrición y enfermedades a largo de la segunda década de este siglo XXI.