
Angélica Lugo, UVL / Caracas
Suicidio y homicidio son las dos versiones que existen de la muerte de un detenido en los calabozos de la División de Antiextorsión y Secuestros del CICPC, ubicada en El Hatillo. Aunque los familiares de la población reclusa aseguran que el interno se suicidó, funcionarios de la policía científica afirman que el preso fue asesinado por sus compañeros de celda.
El martes 25 de febrero Maico Torres, uno de los hombres que estaba detenido en la celda de civiles de ese centro de detención preventiva falleció. Aunque la primera versión que se manejó fue que el preso se suicidó, pesquisas del CICPC desmienten el parte que han argumentado los representantes de los privados de libertad.
Este sábado 29 de febrero funcionarios del Tribunal Séptimo de Control de Caracas se trasladaron hasta esa policía para realizar una audiencia. Extraoficialmente se conoció que los 37 civiles fueron presentados por homicidio y riña en calabozo. Sin embargo, una fuente de la policía científica aseguró a Una Ventana a la Libertad que los internos no quisieron declarar.
El resultado de la autopsia y las investigaciones determinarán si Marco Torres fue asesinado por sus compañeros de celda o, si tal y como denunciaron los representantes de la población reclusa, se suicidó.
Suspendieron visitas
Las madres y esposas de los internos que se trasladaron hasta esa dependencia del CICPC ubicada en El Hatillo el sábado 29 de febrero no pudieron ver a sus parientes. Funcionarios destacados en esa sede les comunicaron que estaban suspendidas las visitas y les pidieron que se retiraran. Aunque varias personas intentaron esperar qué pasaría con la audiencia, se retiraron temprano.
“Nos tuvimos que ir antes de las 3 de la tarde porque después se nos hace difícil bajar a Caracas. Los fines de semana el transporte público pasa con menos frecuencia hasta allá arriba. Los policías nos recibieron los alimentos que les llevamos a nuestros familiares, pero tememos que no se los hagan llegar”, manifestó la madre de uno de los 37 civiles detenidos en esa comisaría.
La mujer dijo que sí cree en la versión que dicen los internos: “Maico Torres sí se suicidó. Él sufría de depresión porque sus familiares tenían tiempo sin visitarlo y nadie le llevaba comida. A la policía no le conviene que esto se sepa, porque el hecho de que un preso muera en bajo su custodia, los deja mal”.
UVL confirmó que funcionarios del Ministerio de Servicio Penitenciario están al tanto de esta situación. Hasta la fecha, hay 37 hombres civiles y 12 mujeres en ese CDP en el que también hay más de 30 funcionarios privados de libertad.
Foto: Cortesía de familiares de los internos
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