
Angélica Lugo, UVL / Caracas
Durante la pandemia en algunos calabozos policiales se han reinventado para garantizarles el contacto con el mundo exterior a la población penitenciaria. Por ejemplo, en la Subdelegación del Cicpc de La Vega los funcionarios les permiten a los internos hacer videollamadas con sus familiares, pues desde que inició la cuarentena las visitas fueron suspendidas.
«Aquí en La Vega por la contingencia y el estado de alarma que nos encontramos por el Covid-19, los policías han implementado las videollamadas. Cada cierto tiempo les permiten la videollamada a los detenidos para que nos saluden», explicó el familiar de uno de los detenidos a Una Ventana a la Libertad.
En cuanto a la recepción de alimentos, en este centro de detención preventiva permiten el ingreso de comida antes del mediodía todos los días. Las visitas directas están suspendidas por el virus y también se les ha hecho jornadas médicas y de despistaje de Coronavirus a la población reclusa. «En estos días le hicieron unos arreglos a los calabozos para que ellos estén más cómodos», precisó la fuente consultada por UVL.
En la actualidad en ese calabozo policial hay 55 detenidos.
Dejar una contestacion