Angélica Lugo, UVL / Caracas
Rosa Martínez es una de las mujeres que clama por celeridad procesal y por la instalación del Plan Cayapa en los calabozos de la Policía Nacional de Boleíta. Desde hace dos años y tres meses sus dos hijos de 23 y 25 años de edad están detenidos allí por el delito de robo.
Al igual que otras madres, esposas y padres que tienen a sus seres queridos en ese centro de detención preventiva, hace esfuerzos por conseguir respuesta de las autoridades. Aunque casi a diario esta mujer hace peripecias para viajar desde el estado Vargas hasta Caracas para llevarle alimentos a sus hijos, no los ve desde antes de la pandemia. Asegura que no tiene dólares para pagar las visitas “bajo cuerda” para verlos.
“Necesitamos que el Plan Cayapa llegue a la Zona 7, allí hay muchos detenidos inocentes, como es el caso de mis dos hijos. A ellos los implican en un robo que no cometieron. Nos preocupa que no están llevando a los muchachos a tribunales. Estamos esperando por eso”, manifestó a Una Ventana a la Libertad la mujer.
Martínez relató que su hijo de 23 años ha tenido fiebre y diarrea: “Mi hijo está demasiado flaco y se le ven los huesitos en la cara y mi otro hijo, el de 25 años, tiene una fractura en la costilla desde que los aprehendieron, pues los funcionarios lo golpearon”.
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