Angélica Lugo, UVL / Caracas
La sobrepoblación penitenciaria que hay en los calabozos policiales en Venezuela obligó a improvisar un espacio de reclusión en la Subdelegación del Cicpc de El Llanito en Caracas. Esa área, a la que le llaman la “celda C” de ese centro de detención preventiva es un container.
Familiares de la “Celda C” explicaron a Una Ventana a la Libertad que, pese a que sus parientes están en un container, están en mejores condiciones que los internos de las celdas A y B, pues tienen una pequeña ventana por la que reciben ventilación y un poco de luz del día.
En ese container hay 63 hombres que comparten hacinados día y noche. La hermana de uno de los reclusos denunció una situación que se repite en varios CDP monitoreados en el Distrito Capital por UVL: los policías a veces les frenan el ingreso de alimentos y medicinas.
“Algunos días les dejan pasar los alimentos y las medicinas. Pero otros días les devuelven las cosas. Uno les lleva el agua, jugos, para que se hidraten, pero no siempre les dejan pasar lo que le llevamos, sino cuando ellos están de buenas, pues”, manifestaron los familiares de los detenidos en ese container.
En esta celda improvisada los privados de libertad, además de estar hacinados, sienten calor, pues al container le agarra el sol.
En la subdelegación del Cicpc de El Llanito hay un aproximado de 207 internos. En las celdas A, B y C hay 177 hombres y en la celda D hay 30 mujeres.
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