Caracas: Familiares de la población reclusa temen un posible brote de Covid-19 en los calabozos policiales

Parientes de los internos aseguran que los nuevos detenidos no son aislados del resto de la población reclusa | Foto: Una Ventana a la Libertad

Equipo UVL Caracas 

El país enfrenta un importante incremento de contagios de Covid-19. El Equipo de Una Ventana a la Libertad de Caracas pudo confirmar con familiares de diversos centros de detención preventiva la angustia que para ellos representa que los privados de libertad no sean tomados en cuenta en medio de la pandemia. 

Los Centros de reclusión se caracterizan por el ingreso a diario de nuevos detenidos.  Familiares manifestaron a UVL su gran preocupación porque a quienes ingresan a estos calabozos policiales no se les realiza ninguna prueba ni aislamiento preventivo que evite que el virus llegue y se propague en estos centros de detención:  “Estamos muy preocupados, con un solo detenido que llegue y tenga el virus allí lo que se origina es una gran cadena.  Para nadie es un secreto el hacinamiento, las enfermedades y las terribles condiciones de los calabozos, si llega el COVID-19 eso será una tragedia”, manifestó el familiar de un detenido en La Guardia Nacional de La Dolorita, Petare. 

Se pudo conocer que de los 21 detenidos que se encuentran recluidos en los calabozos policiales de la GNB de La Dorita, al menos cinco internos tienen gripe. Sus parientes temen que sea coronavirus, pues a esa población no se les realizan pruebas para descartar la enfermedad.

Una Ventana a la Libertad pudo confirmar con familiares de internos en la Policía Nacional Bolivariana de Boleíta, de la Subdelegación del Cicpc de Simón Rodríguez, de la División de Investigación Contra Robos del Cicpc de la Avenida Urdaneta, de la antigua División Antiextorsión y Secuestros del CICPC El Hatillo, hoy División de Investigación Contra Secuestro y de la PNB de San Agustín del Sur, que en ninguno de estos centros se han realizado PCR a los nuevos detenidos que son ingresados a estas sedes, pero que tampoco se les aísla para evitar cualquier tipo de contagio o propagación del virus a la población reclusa, lo que genera preocupación y alerta tanto para los internos como para sus familiares.

Una de las fuentes consultadas manifestó preocupación porque su hijo, que está detenido en la División Contra Robos del Cicpc, en la Avenida Urdaneta, tiene gripe: “Mi hijo tiene gripe, pero cómo saber si es una simple gripe, si al día al menos tres nuevos detenidos llegan y no existe ninguna medida para detectar si son positivo a COVID – 19”.

El llamado general de los familiares es a que el Estado tome en cuenta a los privados de libertad y se apliquen medidas para evitar que la enfermedad llegue a los calabozos policiales, lugar que por las condiciones se presta para una rápida propagación del virus.

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