
Angélica Lugo, UVL / Caracas
Consternadas. Así están las representantes de la población penitenciaria detenida en los calabozos de la Sede de Antiextorsión y Secuestros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), luego de conocer que un interno se suicidó en una de las celdas de ese centro de detención preventiva el martes 25 de febrero.
La familiar de un recluso, que pidió la reserva de su identidad, explicó que el detenido que se suicidó se llamaba Maico Torres y que estaba en esa sede de la policía científica desde mediados de 2019.
El interno, de acuerdo con la versión que manejan los familiares de los privados de libertad, sufría de depresión, pues sus parientes dejaron de visitarlo y no le llevaban alimentos. «Maico se ahorcó en el calabozo de los civiles con una sábana. Pedimos con urgencia los traslados de nuestros presos. No queremos más detenidos abandonados y ya hay mucho hacinamiento. A los familiares se les hace muy difícil llegar a esa policía en El Hatillo, pues está muy lejos y es costoso pagar pasaje y alimentación diaria», manifestó la mujer.
Una Ventana a la Libertad confirmó que uno de los detenidos, que está condenado desde hace un año por el delito de secuestro, no ha sido trasladado a un centro penitenciario. «Desde octubre de 2019 tiene todos sus documentos y no lo han trasladado a una cárcel y está detenido en esa sede del Cicpc desde hace dos años», explicó el familiar del interno.
La muerte de Maico Torres es la primera que se registra en los calabozos de la sede de Antiextorsión y Secuestros del Cicpc ubicada en El Hatillo. Hasta los momentos se desconoce su edad y por qué delito estaba detenido.
Durante 2019 UVL recibió varias denuncias de maltratos y torturas en ese centro de detención preventiva.
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