Equipo UVL Caracas
Una Ventana a la Libertad confirmó que la sede del Comando Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana, ubicada en Prados del Este, fue desalojada en su totalidad en este mes de septiembre. Sin embargo, la población reclusa que estaba en ese centro de detención preventiva fue trasladada a otra dependencia de la GNB.
El desalojo del Conas de Prados del Este era una solicitud que, desde mediados de diciembre de 2020 solicitaron vecinos de esa urbanización. Su deseo se cumplió 10 meses después.
Fuentes extraoficiales confirmaron que esa población reclusa fue trasladada a la dependencia del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES) de la GNB, ubicado en Quinta Crespo.
Familiares de esa población reclusa, y de la que estaba en el desalojado Conas de Prados del Este, aseguraron a UVL que en este calabozo hay más hacinamiento y peores condiciones de reclusión. Insisten en que, además del hacinamiento, los internos no tienen ventilación, por lo que han manifestado sentir problemas para respirar. Madres y esposas de estos reclusos hacen trámites para lograr que les donen ventiladores.
«El jefe de esa sede autorizó dos ventiladores por la ola de calor que hay en los calabozos. Estamos buscando una donación porque se nos hace cuesta arriba. Ya las femeninas tienen cocina y televisión. Pero no sabemos si tienen ventiladores», explicó una de las mujeres consultadas.
En la actualidad en esta sede del GAES de la Guardia Nacional de Quinta Crespo hay 30 privados de libertad, uno de ellos es de nacionalidad mexicana y seis son parte de la población femenina.
Reclusos fueron evaluados médicamente
En medio de la preocupación que significa para los familiares de los internos que fueron trasladados desde el Conas de Prados del Este al GAES de Quinta Crespo, sintieron un alivio al saber que sus parientes fueron evaluados médicamente a mediados de este mes de septiembre.
A los reclusos les hicieron las pruebas para descartar el Covid-19. «A ellos solo les faltan los medicamentos y los ventiladores. Mi hijo dice que no soporta el calor, que no descansan nada», manifestó la madre de uno de los detenidos.
La visita en este centro de detención preventiva solo dura 10 minutos, de acuerdo con la versión de los familiares de esa población reclusa.
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