
Angélica Lugo, UVL / Caracas
En 64 días de cuarentena las esposas y madres de los internos que están detenidos en la PNB de Boleíta se han organizado para garantizarles alimentación a sus parientes. Pero sus esfuerzos les han dado un plus: lograron que los funcionarios a cargo de ese centro de detención preventiva atiendan a la población más vulnerable: los presos que tienen tuberculosis y síntomas de esa enfermedad.
Una de las mujeres a cargo de monitorear las condiciones de reclusión de los más de 1.000 presos que están en ese CDP durante la cuarentena explicó a UVL que el viernes 15 de mayo unos 30 reclusos fueron evaluados por un equipo de médicos que se trasladó a ese calabozo policial que también es conocido como la antigua Zona 7 de la extinta Policía Metropolitana.
«Dentro de este grupo de privados de libertad están los desasistidos que no son visitados por sus familiares. En esta primera jornada fueron atendidos unos 30 reclusos. Esperamos que para las próximas puedan atender más. En Zona 7 hay un brote fuerte de tuberculosis. Se espera que para finales del mes de mayo lleguen medicamentos para los enfermos. Estamos en espera. Uno de los funcionarios, el Comisionado Viloria, está junto con el Ministerio de Salud, está coordinando que las muestras de esputos de los presos se realicen en el Hospital Vargas», precisó la mujer.
Otra de las familiares de los internos, que tiene a su esposo con tuberculosis, dijo que hay internos que tienen otras enfermedades que no son atendidos. Es el caso de quienes tienen infecciones y bacterias en la piel que, en ese submundo carcelario son conocidos como «nacidos».
Denuncian problemas de movilidad
Las esposas y madres de los detenidos en la PNB de Boleíta advirtieron que tienen problemas de movilidad por la cuarentena y la escasez de gasolina. «Una cosa que hemos visto es que los policías, y sobre todo la Guardia Nacional, no nos quieren dejar transitar por el Metro para llevarles los alimentos a nuestros privados de libertad porque argumentan que solo pueden usar ese transporte quienes tienen carnet de trabajo», manifestó.
Este año UVL ha confirmado la muerte de tres reclusos en la PNB de Boleíta por tuberculosis. El pasado viernes 01 de mayo los familiares de la población reclusa de ese calabozo de la PNB, reportaron la muerte de un privado de libertad por tuberculosis que fue identificado como Jhonatan Jiménez. Sin embargo, este interno estaba detenido en una celda con mejores condiciones que la celda ocho y que, en ese submundo penitenciario, es conocida como la celda King Kong. El 25 de febrero falleció Deiner Alexander Rodríguez Herrera y, un mes antes, personal médico del Hospital Vargas le informó a UVL que un recluso que estaba detenido en ese calabozo policial también murió por tuberculosis.
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