Equipo UVL Caracas
Desesperanzados manifiestan estar los familiares de la población reclusa detenida en la sede del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES 43) de Quinta Crespo desde que en ese Centro de Detención Preventiva tienen un nuevo sistema de visitas.
De acuerdo con los testimonios de los parientes de los internos, en esos calabozos tienen un vidrio que separa a los familiares de los reclusos durante los 10 minutos de visita, algo similar a centros penitenciarios de otros países. Pero, al parecer, en este espacio transitorio de reclusión la dinámica no funciona pues a los visitantes se les hace imposible escuchar a sus privados de libertad.
“Esto es totalmente inhumano. El sábado quedamos muy tristes cuando nos encontramos con esta situación. Nunca pudimos escuchar a nuestros familiares, ni entendimos lo que nos querían decir. Además, ya no tenemos una visita privada, pues los funcionarios del GAES escuchan todo lo que nuestros familiares nos quieren decir y lo que nosotros queremos comunicarles. Pero nosotros no entendimos nada”, manifestó una de las mujeres a Una Ventana a la Libertad.
Los familiares de estos detenidos en la sede del GAES 43 en Quinta Crespo explicaron a UVL que el fin de semana pasado se presentó una irregularidad cuando uno de los internos tocó el vidrio: “En ese momento se formó una algarabía, pues un funcionario golpeó a ese privado de libertad y su hija, que es una menor de edad, vio toda la escena. Fue una situación muy incómoda. A lo mejor ese recluso quería manifestar algo, pues el hecho de que golpee el vidrio tiene un significado”.
En este CDP hay 22 civiles masculinos detenidos, cinco mujeres y tres funcionarios militares, de acuerdo con cifras extraoficiales a las que tuvo acceso Una Ventana a la Libertad.
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