Equipo UVL Caracas
Un joven de 17 años con problemas del colon y uno de 14 años hacen parte de la población reclusa que está detenida en los calabozos policiales del Eje de Homicidios del Cicpc El Llanito.
Familiares de algunos internos de este centro de detención preventiva informaron al equipo de Una Ventana a la Libertad que los dos jóvenes duermen y pasan sus días en uno de los pasillos comunes de este centro de detención preventiva.
Los familiares del joven de 17 años manifestaron que, con mucho esfuerzo, garantizan el tratamiento. Sin embargo, parientes de otros detenidos aseguran que los funcionarios se demoran en la entrega, incluso de la bolsa para colostomía que requiere el adolescente en conflicto con la ley.
Familiares de esa población reclusa que contactaron al equipo de Una Ventana a la Libertad (UVL) manifestaron tener mucho miedo de hablar porque aseguran temer por las golpizas que le propinan a los detenidos cuando se hacen públicas las irregularidades que hay en este calabozo policial. “Eso ahí es espantoso y a los familiares les da miedo decir algo porque castigan al detenido, es horrible”, manifestó una de las mujeres.
Aunque UVL no pudo acceder a cifras de detenidos, familiares aseguran que pese a que salió en libertad un grupo en el marco de la Comisión de la Revolución Judicial, las nuevas detenciones no paran y el hacinamiento se mantiene.
Las esposas y madres de los reclusos aseguran que en este CDP no se ha realizado jornada alguna de vacunación contra el COVID-19, lo que aumenta la preocupación por la ola de contagios que se reporta a nivel nacional. Las mujeres hacen un llamado a los organismos competentes para minimizar los riesgos de los detenidos con enfermedades preexistentes y que suponen un riesgo mayor al contraer el virus.
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