Carabobo | “Una careta es la que me pongo cada vez que visito a mi hijo”

Nuevamente autorizan las visitas familiares, ahora por media hora. Anteriormente era de cinco minutos | Foto: Cortesía

Rubén Bolívar Idrogo | UVL Carabobo

Valencia.- La vida para los familiares de los presos no es ningún carnaval, es una  existencia donde arrastran cadenas de dolor, desesperación, soledad e impotencia al vivir en carne propia la violación de los derechos tanto de ellos cpmo de las personas privadas de libertad. 

Una madre al ser consultada sobre la visita que siempre realiza, sostiene que, “una careta es la que me pongo cada vez que visito a mi hijo porque no puedo transmitirle la tristeza que me invade al tenerlo detenido y las penurias que vivo”.

En conversación con el equipo de Una Ventana a la Libertad (UVL) dijo que su muchacho tiene más de un año prácticamente “encarcelado” en uno de los calabozos de la Delegación Municipal Valencia (Plaza de Toros) del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Para los familiares de los presos no hay descanso porque todos los días están pendiente de esa persona querida que está privada de libertad, asegura “Mary”, como se identificó nuestra entrevistada.  

“No importa que sea Navidad, Semana Santa o Carnaval como ahorita, para nosotras las madres todos los días son prácticamente iguales, incluso, cuando son feriados hasta se nos pone más difícil el traslado para acá”.

Manifestó que todo lo que piden, tanto los parientes así como los detenidos, es que se respete el derecho de todos. “Uno de los grandes problemas que padecemos es el retardo procesal. A medida que pasa el tiempo todo se empeora porque hay más gasto de abogados, comida, pasaje, ropa, artículos de higiene y medicina cuando enferman”.

Esta madre le hace un llamado al fiscal general de la República, Tarek William Saab y a Mirelys Zulay Contreras Moreno, ministra del Poder Popular para los Servicios Penitenciarios, para que tomen cartas en el asunto, que hagan respetar los derechos humanos de los privados de libertad, así como  de los familiares.

Información sobre los traslados

Otra de las observaciones que hizo la señora “Mary”,  es que los familiares tienen el derecho a saber sobre el traslado de la persona que está privada de libertad.

“¿Cómo es posible que a nosotras no nos avisen cuándo van a trasladar a otro  estado a nuestro familiar preso? Esto ha pasado muchas veces. Al momento en que uno llega aquí al Cicpc es cuando nos enteramos, y eso no puede ser, tenemos todo el derecho a saber para dónde los llevan”.

Relata, que esposas, hermanas, hijas o madres llegan confiadas a traerle algo de comida, pero la sorpresa es mayúscula cuando se enteran que el familiar preso fue trasladado a un centro penitenciario ubicado en otro estado. “Hace poco una pobre madre le traía el almuerzo a su hijo y casi muere de un infarto cuando vio que esté la saludaba desde un vehículo que iba saliendo de la sede  del Cicpc. Se lo llevaban para Miranda y ella no sabía. Eso no puede ser así, tenemos el derecho a saber para dónde se los llevan”. 

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