
Equipo UVL, Carabobo
Estupefacta dice que quedó Filomena Acosta al enterarse el miércoles 26 de agosto de este año 2020, que su hijo Rafael Antonio Chirinos, privado de libertad en el Centro Penitenciario Hombre Nuevo «El Libertador», Tocuyito, ya tenía más de un mes que falleció presuntamente por tuberculosis.
«Cómo es posible esto? Mi hijo falleció el 04 de julio, yo vine el día 05 a verificar si estaba con vida porque nos avisaron de la muerte de varios de ellos, pero los custodios me dijeron que él estaba vivo».
En esa oportunidad le trajo comida y ropa a Rafael Antonio, pero ahora no sabe qué hicieron los custodios con todo lo que ella le llevó a su hijo.
«Si mi muchacho estaba muerto ellos debieron haberme avisado. Cómo van a jugar con los sentimientos de una madre», preguntó entre llantos.
Lo sacaron con otro nombre
Por su parte, la hermana de Rafael Antonio Chirinos denunció que lo sacaron con otro nombre, además, pudieron averiguar que no murió de tuberculosis. «Ellos, los custodios le dieron una pela y mi hermano no aguantó la golpiza y falleció el 04 de Julio. No sabíamos nada porque no avisan a los familiares».
Agregó, que lo enterraron en una fosa común con 16 cadáveres más. «Eso fue lo que me dijeron en la morgue a donde fui a reclamar su cuerpo. No avisan. Por eso hay tantos cadáveres porque los familiares no saben que su hermano o hijo ha fallecido».
Pidió a las madres y hermanas que se «pongan las pilas , que alcen la voz, porque así como nos pasó a nosotros le puede pasar a cualquiera que tenga un familiar preso en el Centro Penitenciario Hombre Nuevo «El Libertador». Aseguró que ahí, en ese centro carcelario, «están pasando muchas irregularidades».
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