Rubén Bolívar Idrogo / UVL Carabobo
Braulio Lizcano, de 25 años, falleció el domingo 24 de noviembre de 2019, en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), estado Carabobo. Su madre, Ibis Yamileth Suárez Muñoz, sostiene que a su hijo lo dejaron morir.
Lizcano tenía apenas un mes en la mínima, un anexo del Complejo Penitenciario de Carabobo o penal de Tocuyito. Anteriormente, estuvo tres años en la dependencia Ezequiel Zamora, que también llaman la mínima de la cárcel de Tocorón, estado Aragua.
“No lo puedo creer. Hasta hace poco mi hijo estaba vivo y hoy martes 26 de noviembre me están entregando su cadáver”, expresó adolorida la madre del difunto.
Explicó, que el martes 19 de noviembre llevaron a Braulio en estado crítico hasta el Hospital Central (CHET). “A él le hicieron unos exámenes y el médico lo remitió para el Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde (Hual); pero no lo hicieron; sino que a las 5:00 de la tarde lo trasladaron nuevamente al penal”.
Los responsables de la cárcel la mínima no tomaron en cuenta las observaciones del médico que atendió a Braulio Lizcano. En ese corto tiempo el recluso empeoró.
Su madre dijo que el domingo 24 de noviembre la llamaron para decirle que a su hijo lo iban a operar de emergencia.
“Me dijeron que llegó botando heces por la boca. Cuando llegué al hospital una doctora me dijo que había muerto. Según los médicos, presentó shock séptico, desnutrición, problemas respiratorios, hepatitis B y amibiasis”.
Preguntó, que, cómo es posible que traten así a una persona. ¿Dónde están sus Derechos Humanos?
Braulio Lizcano, de 25 años, estaba preso por extorsión y su caso lo llevaba el Juzgado Tercero de Juicio del estado Aragua. Lo trasladaron para Carabobo el 28 de octubre junto a 11 jóvenes más.
“Ni siquiera tenía sentencia. Estaba en apertura de juicio. Aquí le hicieron perder tres audiencias de presentación, La última fue el 20 de noviembre de 2019; apenas hace seis días”.
Como tenían que trasladarlo hasta el Tribunal Tercero de Juicio del Estado Aragua, los responsables de la cárcel mínima de Tocuyito siempre le decían que no había unidad de transporte para el traslado, sostuvo Ibis Yamileth Suárez Muñoz.
“El domingo 17, la última vez que fui a visitarlo, vi cuando en un autobús llevaba a tres presos, imagino que para una audiencia; pero para hijo nunca había carro dispuesto”, se quejó la madre.
El cadáver de Braulio Lizcano sería llevado hasta Maracay para darle cristiana sepultura. “Dejaron morir a mi muchacho de apenas 25 años. Luché, compré los remedios, pero no se los suministraron. El médico lo mandó a internar en el Hospital Carabobo y no lo hicieron. Pregunto, ¿Qué tipo gente está al frente de esa cárcel?”
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