Rubén Bolívar Idrogo / UVL Carabobo
Valencia.- El flagelo de la corrupción es una de las principales causas de las fugas o evasiones de detenidos tanto en los centros de detención preventiva (CDP), como en las cárceles del país, en particular en el estado Carabobo, sostienen algunos abogados penalistas y expertos en criminalística.
Los especialistas manifiestan que la corruptela es una gran aliada en la evasión de los privados de libertad, “recurso” al que le echan mano las personas implicadas en cualquier hecho que transgrede las leyes, las pautas de conductas que dicta la sociedad y la jurisprudencia venezolana para salir en libertad y eludir sus responsabilidades con la justicia.
“La estructura judicial y policial en nuestro país está totalmente carcomida por los actos de corrupción”, aseveró Eduardo Vizcarrondo, profesor de la cátedra Criminalística de la Universidad de Carabobo (UC). “Ya no hay amor a la profesión ni respeto. Tampoco existe patriotismo. Y ahí estamos nadando sin saber nadar”, sostiene el experimentado docente.
Para muestra de lo que se podría tratar como un “descuido” o una conducta “sospechosa” están las presuntas fugas recientes de dos privados de libertad, una en la Policía Municipal de Naguanagua (Polinaguanagua) y otra en la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
El detenido de Polinaguanagua supuestamente se fugó en horas de la tarde del domingo 24 de octubre de 2021 y el de la PNB el viernes 4 de junio.
De acuerdo a la información extraoficial, al privado de libertad de Polinaguanagua, según, lo estaba esperando un cómplice en las cercanías del ente policial en una camioneta marca Toyota, modelo Hilux de color gris
Asimismo, un preso de nacionalidad trinitaria a quien identificaron como Anthony Wilson Keron, se fugó el viernes 4 de junio del Centro de Diagnóstico Integral (CDI) El Palotal, parroquia Santa Rosa, municipio Valencia del estado Carabobo.
“El trinitario” fue llevado al CDI por una supuesta complicación de salud, pero en un descuido de los custodios aparentemente logró darse a la fuga.
De fuentes extraoficiales se conoció, que este sujeto presuntamente estaba ofreciendo 10 mil dólares a quien le facilitase la evasión y así lograr la tan ansiada libertad.
Fugas sospechosas
Vizcarrondo destacó, que en muchos casos donde hay fuga o evasión de detenidos hay dinero de por medio. “Es por el cobro de altas sumas que les hacen a sus familiares y eso ya está preparado. O, los que pagan son los mismos delincuentes, los mismos reos”.
“Yo, que he estado en la policía, en la Fuerza Armada. Fui Director de la Prevención del Delito, aparte que también soy docente en la cátedra de Criminalística, lo que quiero decir, es que he participado en muchas cuestiones relacionadas con la seguridad y con respecto a la fuga de detenidos tengo muchos temas para hablar”.
El docente de la Universidad de Carabobo explicó que las causas más comunes de las presuntas evasiones o fugas programadas son el hacinamiento, el hambre, la tortura, peleas entre bandas o personales. “Viven en un ambiente hostil. Esas son las causas de angustia para el reo, así sea un criminal. Escapan porque su vida está pendiendo de un hilo”.
Otros de los motivos de fugas son las penas altas, penas que pasan de cinco años. “El individuo busca todas las formas habidas y por haber para salir a la calle y por eso llega a la corrupción del funcionario”.
A pesar de que sí ha habido fugas por boquetes en las paredes o techos, algunos salen por la puerta principal, sostiene el catedrático. “Antiguamente las paredes eran de adobe, las rompían y salían. Eran fáciles de romper y cruzarlas, pero en la actualidad los CDP están mejor construidos”.
Las fugas con fractura, que es cuando rompen una pared, están casi en cero porque la mayoría de las evasiones ahorita son planificadas. “Solo se dan fugas programadas, previo pago y apañadas por directores y custodios, que es lo más grave del asunto”, asevera el profesor Vizcarrondo.
Si hay fuga, hay riesgo en la sociedad
Cada vez que ocurren fugas de detenidos la sociedad está en riesgo, sobre todo si una persona está relacionada con la acusación o el caso de un delincuente.
“Claro, si se fuga un sujeto que fue acusado por una persona, ésta está en peligro y debería ser protegida por las autoridades, por el Estado, porque el recluso que escapó podría atentar contra la vida de esa persona”.
El delincuente que está siendo acusado de un delito como homicidio, robo, estafa, en fin, de cualquier delito, éste se convierte en una amenaza. El criminal puede tomar venganza con relación a las declaraciones dadas por esa persona, quien puede ser un testigo presencial o la propia víctima, explica.
Personal con ética
Las autoridades deben tener en cuenta la escogencia del personal que va a ingresar a una academia de policía o a cualquier organismo de seguridad y eso no está sucediendo en estos casos. “Aquí no se escoge a nadie. Aquí tú tienes que ser camarada o amiguito del que te va a meter a lograr una placa para obtener autoridad y tener una licencia de corso”.
Manifiesta el docente de la Universidad de Carabobo, que para mantener una institución con cierto nivel de honestidad y credibilidad se debe escoger un personal idóneo: “Tener tino en eso. Exigir un buen currículo, exigir que tenga quien pueda dar fe de la probidad del individuo para poder ingresar a una fuerza policial o una fuerza militar”.
“En mi época había algo que se llamaba visita familiar. Si tú querías entrar a la Fuerza Armada, incluso a las policías de alta academia, tú tenías que ser una persona de comprobada honestidad. Ahí veían quién era tu papá, tu mamá, cuántos hermanos tenías y la conducta de cada miembro familiar”.
Depósitos humanos
El profesor Vizcarrondo catalogó los centros de detención preventiva como depósitos humanos. “El gran problema de los retenes de las distintas policías o el retén de individuos en procesos tienen la particularidad de que primero no tienen higiene, no tienen sitios donde hacer sus necesidades, no se les brinda ni comida ni agua, nada, nada de salud. Los familiares hacen unas colas interminables, deprimentes, para llevarles comida a sus seres queridos aunque estos sean delincuentes”.
Recalcó el docente en Criminalística, que los reclusos son matraqueados, maltratados, abusados, les faltan los respetos. “Los derechos humanos en ese sentido no existen en los entes carcelarios en nuestro país, y mucho menos en los depósitos judiciales”.
La Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en el artículo 5 dice: Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
Además, nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
Pero, en los retenes o calabozos “se ven las violaciones de todos los derechos existentes en la tierra”, puntualiza Vizcarrondo.
Pena para funcionarios corruptos
Por su parte, el abogado penalista Jorge Luis Davalillo, sostiene que la ley venezolana es bien clara con aquellos funcionarios corruptos.
Davalillo menciona el artículo 264 del Código Penal que se refiere a la evasión favorecida de detenidos: El que de alguna manera procure o facilite la fuga de un preso será penado con presidio de uno a dos años, teniéndose en cuenta la gravedad de la inculpación o naturaleza y duración de la pena que le quede por cumplir al fugado.
Por otra parte, el artículo 265 señala que, el funcionario público, que encargado de la conducción o custodia de un detenido o sentenciado, procure o facilite de alguna manera su evasión, será penado con presidio por tiempo de dos a cinco años.
Asimismo, el profesional del derecho explica, que lo relacionado al escape de un privado de libertad tiene varias denominaciones: evasión favorecida, evasión y fuga.
La evasión favorecida cuenta con la complicidad del funcionario, cuando no existe complicidad es una evasión, y cuando se tipifica la fuga es porque hay escalamiento por parte del privado de libertad (romper paredes, techo, rejas) o agreda al celador; es decir, que haya violencia de algún tipo.
La evasión favorecida cuenta con la complicidad del funcionario público, mientras que en la evasión y la fuga no hay intervención del funcionario o custodio.
Dejar una contestacion