
En Carabobo, los familiares de 103 presos postelectorales han expresado su rechazo al pase a juicio de sus seres queridos, generando una ola de protestas frente al penal de Tocuyito.
Estas manifestaciones de rechazo que se realizaron el miércoles 16 de octubre, se debe a la decisión tomada por el Poder Judicial. Las protestas reflejan la angustia y desesperación de los familiares que claman por justicia y el respeto a los derechos humanos de los detenidos.
A medida que pasa el tiempo y no se encuentra una solución favorable para los privados de libertad y sus familiares, quienes también sufren por esta situación, se hace evidente la preocupación por las condiciones de detención y la falta de un debido proceso en los juicios que enfrentan estas personas.
Los manifestantes, muchos de los cuales mostraban pancartas y gritos de consignas, exigen la liberación inmediata de los presos, argumentando que su encarcelamiento es injusto y está motivado por razones políticas.
La situación ha captado la atención de diversas organizaciones de derechos humanos y gobiernos internacionales, que han condenado las detenciones y han solicitado una revisión imparcial de los casos.
En medio de un clima de tensión, los familiares continúan su lucha por la libertad de sus seres queridos, destacando la necesidad de un diálogo abierto con las autoridades para abordar sus demandas y garantizar el respeto a los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. La situación en Carabobo sigue siendo un reflejo de un contexto político complejo y de la necesidad urgente de cambios en el sistema judicial del país.

Argumentan la inocencia de los detenidos
Luego de celebrarse la audiencia preliminar de la causa prevista para el miércoles, 103 detenidos fueron pasados a juicio, lo que generó un rotundo rechazo por parte de los familiares apostados al otro lado de la autopista Sur porque no les permiten acercarse a las periferias del Complejo Penitenciario Carabobo (penal de Tocuyito), sólo cuando les toca visita.
Una madre que tiene a su hijo preso en el penal de Tocuyito dejó claro, que ninguno de los que están acusando de terrorismo, entre otros delitos, no se van a declarar culpable porque todos son inocentes.
Una publicación del medio regional El Carabobeño, señala que los familiares denunciaron que los presos en Tocuyito siguen recibiendo comida descompuesta, y que además, tampoco les permiten llevarles alimentos, lo que ha generado que los privados de libertad hayan bajado considerablemente de peso.
“La comida se la pasan con gusanos, con cabellos o uñas. Huele mal. Ellos obviamente no se la comen. Es horrible y desagradable. En ocasiones pasan el día sin comer», alertó una madre.
También siguen los maltratos psicológicos por parte de los custodios, quienes les dicen a los privados de libertad que “van a salir en 30 años», cuestión que afecta a los presos, sobre todo a los más jóvenes, quienes piden a sus familiares que hagan lo posible por sacarlos de la cárcel, cuya infraestructura se cae a pedazos.
«Es tanto así, que uno de los muchachos en estos días intentó ahorcarse. Me contó mi hijo en la visita que al muchacho lo sacaron casi muerto», narró otra madre a El Carabobeño.
Todos sufren, pero sobre todo los que vienen de más lejos
Un ciudadano que dijo llamarse “Mariano” en conversación con el equipo de Una Ventana a La Libertad (UVL) afirmó que todos sufren, pero mucho más los que tienen que venir de más lejos, como es su caso que viene de Trujillo.
“Son 100 dólares mínimo, y con todas las limitaciones que puedo, porque sino sería más. Son 50 de pasaje, ida y vuelta, y los otros 50 son para medio comer. Doy gracias a Dios que he conocido gente que me ha ayudado y apoyado”.
Otro paisano suyo sostuvo, que tiene un hermano también en Tocuyito, y que esta situación lo ha afectado mucho, no tan solo en la parte económica, sino también en lo emocional: “Nosotros venimos en grupo hasta acá, pero solo mi mamá lo ha podido ver porque son solo mujeres las que pueden visitar a los presos. Él está bastante desmejorado. Llorando le pide a mi mamá que lo saquemos de ahí”.
También aseveró que esta detención a su hermano, así como a otras personas, está plagada de vicios: “Ellos, los policías y guardias nacionales, como que tenían unos lineamientos a seguir. Muchos de los detenidos no se conocían entre sí, y los detuvieron en horas y sitios distintos, pero en el informe o minuta, ellos colocaban la misma hora de detención”.
«Esto que están haciendo no tiene justificación. Le están cambiando la vida a mucha gente. El gobierno nacional debería reflexionar. Muchos estamos sufriendo, pero más los inocentes encarcelados como presuntos terroristas. Ellos no merecen estar ahí y mucho menos esos niños y niñas que apenas están comenzando la vida. Señor presidente todos esos presos son inocentes, déjelos ir para sus casas».
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