
Equipo UVL Carabobo
Los presos postelectorales que están en el Centro Penitenciario Carabobo (conocido como el penal de Tocuyito) están dotados de colchonetas nuevas, lo que es un alivio para los privados de libertad. Sin embargo, les quitaron los forros debido a un incidente en el que un joven presuntamente intentó quitarse la vida, lo que generó preocupación y alarma entre los familiares, especialmente en aquellos que permanecen en las adyacencias de Tocuyito, población ubicada al suroeste de Valencia.
A pesar de estas circunstancias, se han implementado algunas medidas que buscan mejorar la situación de los internos, según expresan algunos parientes. Ahora se les permite recibir alimentos como caramelos, chocolates, galletas y recipientes de agua de cinco litros, lo que contribuye a su bienestar. Además, los internos son sacados al sol durante dos horas, aunque no todos los días, y tienen la oportunidad de participar en actividades recreativas, como jugar al futbolito.
En relación a las visitas, al principio los familiares mantenían una distancia considerable durante los encuentros, pero a partir de la tercera visita se ha permitido un acercamiento mayor, e incluso se han permitido los abrazos.
Esto refleja en cierto modo una flexibilización en las normas y un intento de fomentar la conexión emocional entre los internos y sus seres queridos. Sin duda, estas medidas son un paso hacia la mejora de la calidad de vida dentro del penal.
Pero aún así, los familiares claman por la libertad de todos los presos políticos porque aseguran que son inocentes de todos los delitos de que les acusan, y por eso llamaron a una vigilia para los días viernes 1 y sábado 2 de noviembre.
Policía trataron de impedir la vigilia
La vigilia de oración organizada para los días viernes y sábado por los familiares de los presos políticos recluidos en el penal de Tocuyito, tuvo serios contratiempos, pero llegó a su fin de acuerdo a los planificado.

A pesar de que el primer día funcionarios de las policías Bolivariana, municipal de Libertador y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) trataron de impedir la vigilia los organizadores continuaron con el evento.
El viernes, la vigilia estaba fijada para las 6:00 de la tarde, pero tuvo retraso. Los funcionarios policiales dijeron que no podían hacerla porque se trataba de una zona de seguridad.
Los familiares se ubicaron en una calle perpendicular a la autopista Sur, donde no habría riesgo de interrumpir el tránsito. Así lo hicieron, pues su intención era rezar y hacer peticiones por sus allegados detenidos. Ellos pidieron permiso a los dueños de las viviendas asentadas en la calle y se ubicaron al frente. Todo parecía fluir con normalidad, publicó El Carabobeño.
Apenas estaban encendiendo las velas, cuando apareció un funcionario de la Policía de Carabobo, quien bajo el alegato de cumplir órdenes superiores, les pidió que suspendieran la actividad mientras le explicaba al comandante lo que allí ocurría. Cuando éste se retiró del lugar la oración dio inicio.
Pero, minutos después llegó una camioneta de la Policía de Carabobo de donde se bajó un uniformado quien dijo ser el comandante.
Se dirigió a los presentes y les enfatizó en que las ordenanzas municipales prohíben las concentraciones en la vía pública. Alegó que hasta ese momento sólo habían cometido una infracción, pero que podría convertirse en un delito y acto seguido amenazó: «Tienen 10 minutos para desalojar la calle o procederemos».

Un vecino de la calle que presenció lo ocurrido les prestó el patio de la casa para que pudieran rezar. Allí todas las peticiones fueron de libertad.
El sábado finalmente lo lograron. Pese a la oposición de funcionarios policiales a la vigilia de oración organizada por los familiares de los presos políticos recluidos en el penal de Tocuyito, llegó a su fin de manera satisfactoria.
A pesar de que nos sacaron y nos corrieron las autoridades, hemos llegado a esta hora para lanzar los globos con las peticiones por libertad de nuestros familiares, dijo en un video Sol Ocariz en un video difundido en redes. «Hemos cumplido lo que nos propusimos y todavía falta».
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