A casi un año de la puesta en marcha del plan presidencial, los familiares de la población reclusa detenida en comisarías ubicadas en la capital de Venezuela califican de positivo el proyecto. Sin embargo, en varios centros esperan la reactivación de la iniciativa para que se agilicen los casos de sus internos
Angélica Lugo. UVL Caracas
Mujeres se aglomeran a la intemperie en las afueras de los calabozos policiales. Comparten sándwiches con pan tipo canilla, se cubren del sol y la lluvia con suéteres y paraguas. Beben sorbos de agua que trasladan en sus galones de cinco litros. Y también se las ingenian para “ir al baño” o dormir unos minutos cuando el sueño pega. Estas escenas se repiten en varias zonas de Caracas cada vez que la Comisión de la Revolución Judicial se instala en un Centro de Detención Preventiva.
A pocos días de cumplirse un año de la instalación del plan gubernamental que fue anunciado por el Presidente Nicolás Maduro el 21 de junio de 2021, las madres y esposas de los detenidos en calabozos policiales ubicados en el Área Metropolitana de Caracas, se refieren de manera positiva a la iniciativa presidencial.
Como si se tratara de una verdadera revolución, los relatos de las mujeres consultadas por Una Ventana a la Libertad están cargados de emoción aún y cuando sus familiares no han sido liberados. La madre de uno de los detenidos en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de San Agustín del Sur se exalta cuando cuenta cómo funciona la dinámica con la comisión. Su hijo no ha sido liberado. Pero en agosto de 2021 después que integrantes de la comisión evaluaron su caso le redujeron la condena de 20 años a seis años y seis meses.
“Tengo mucho que agradecer a la comisión, pues una jueza a quien le estaban pagando, condenó a mi hijo a 20 años por homicidio. Aunque él no participó, asumió la culpa y le bajaron la condena. Lo bueno de la Comisión de la Revolución Judicial es que las personas se van el mismo día a la calle, por eso los familiares nos organizamos para hacer vigilias afuera, porque sabemos que así terminen de madrugada, a quienes les corresponde, van para la calle. (…) No sé qué está pasando ahora. Ellos fueron en agosto para San Agustín y en lo que va de este año 2022 estuvieron en La Yaguara y nos quedamos esperando que regresaran. Pero allí se quedó todo. No regresaron”, manifestó la mujer.
Tal y como refiere la madre del recluso, en las afueras de los calabozos policiales la solidaridad acompaña las largas jornadas que la comisión de la revolución judicial realiza puertas adentro de los calabozos: ovaciones con cantos, himnos y aplausos reciben a quienes les conceden la libertad.
El relato de la madre de uno de los más de 100 hombres que está detenido en la PNB de San Agustín del Sur es cónsono con lo que ha monitoreado Una Ventana a la Libertad. Aunque el 1 de abril la Comisión se reactivó en Caracas con tres días de actividades en la PNB de La Yaguara, funcionarios policiales a cargo de la custodia de reclusos en otros centros de detención preventiva, así como también los familiares de esta población reclusa, siguen a la espera de la reactivación del plan judicial.
En comisarías como la PNB de Boleíta, también conocida como la antigua Zona 7 de la extinta Policía Metropolitana, las datas de todos los reclusos están organizadas para no tener contratiempos cuando se reactive en ese CDP la Comisión de la Revolución Judicial, confirmaron fuentes extraoficiales de ese organismo de seguridad a UVL.
La PNB de Boleíta es el calabozo policial que registra más hacinamiento en Caracas. Hasta antes de la llegada de la comisión, ese centro llegó a tener más de 1.200 reclusos. Sin embargo, en el primer trimestre de 2021 la población se ubicaba por encima de los 400 internos. Debido a las nuevas aprehensiones y traslados de detenidos de la PNB de La Yaguara a esta comisaría la población ha vuelto a aumentar: casi 600 hombres están recluidos en la actualidad en este calabozo. La cifra, aunque no es exacta, ha sido confirmada por funcionarios policiales y familiares de los privados de libertad.
Aunque funcionarios del gobierno aseguraron que en un plazo de 60 días eliminarían el hacinamiento en los calabozos policiales, con las actividades desarrolladas se ha evidenciado que, aunque el plan judicial ha sido positivo y ha reducido la cantidad de la población reclusa, no ha eliminado el hacinamiento.
Orden y disciplina a partir de la comisión
Como parte del monitoreo constante que Una Ventana a la Libertad realiza en los centros de detención preventiva se ha confirmado que, desde el inicio de la Comisión de la Revolución Judicial en varios CDP los funcionarios a cargo de la custodia han desarrollado buenas prácticas policiales para garantizar el orden. Uno de los ejemplos que visibiliza esta realidad es la PNB de Boleíta que, en la actualidad, tiene uniformada a toda la población reclusa.
Pese a que la mayoría de los testimonios confirman lo positivo de la Comisión de la Revolución Judicial, las fuentes consultadas para este boletín hacen un llamado a las autoridades competentes para que se reactive el plan gubernamental en los centros de detención preventiva ubicados en Caracas.
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