Anzoátegui | Aumenta el hacinamiento en los calabozos de Polisotillo

Familiares de los privados aseguran que los alimentos han llegado tarde y dañados a sus parientes cuando en las instalaciones de Polisotillo se realiza alguna actividad política | Foto: tomada redes sociales

Familiares de privados denuncian la falta de atención oportuna a los internos del  Centro de Detención Preventivo en Puerto La Cruz

Giovanna Pellicani.- Anzoátegui

Puerto La Cruz.- El espacio se reduce aceleradamente en los calabozos de la comandancia de Polisotillo en Puerto La Cruz, ubicados en la zona norte del estado Anzoátegui. Actualmente 213 privados de libertad deben ingeniárselas  para pernoctar en las áreas habilitadas para albergar a 80 internos.

Y es que según Edimary Farías, madre de uno de los reclusos que se encuentran en una de las celdas del cuerpo policial porteño, los privados han tenido que aprender a administrar la poca ventilación que entra a las celdas.

El ama de casa denunció al equipo investigador de Una Ventana a la Libertad en Anzoátegui que pese al descongestionamiento realizado por la Comisión para la Revolución Judicial, el cual otorgó 120 excarcelaciones en los calabozos de Polisotillo, la población ha aumentado en un 100%.

“En una semana se pueden registrar hasta 20 nuevos ingresos y mientras esto ocurre vuelve a notarse el congestionamiento de las cuatro celdas con las que cuenta el cuerpo policial. Volvieron los aéreos y los muchachos han tenido que improvisar con sábanas para ganar espacio en la parte superior de los calabozos”, resaltó.

Asegura que en el cuerpo policial se contabilizan hasta seis privados con más de seis años de reclusión en el mismo centro de pernocta preventiva y que sospechan de la existencia de dos casos de tuberculosis, una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que se transmite a través del aire y que puede afectar los pulmones, generar tos seca, fiebre, pérdida de peso y en el peor de los casos la muerte.

“Están en peligro los privados de Polisotillo, si viene es cierto que les han traído operativos de salud, no los atienden a todos. No sabemos ya cuántos contagios de COVID-19 se han registrado en el interior de los calabozos”, resaltó.

La madre visiblemente preocupada finaliza su relato contando que las instalaciones del cuerpo policial están siendo utilizadas para actos políticos y asegura que cada vez que se lleva a cabo alguno,  las comidas que los familiares llevan a los privados llegan con retraso, frías y muchas veces dañadas a sus celdas.

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