Antes de la cuarentena 0,88% de privados de libertad de 9 centros de detención preventiva resultaron positivos en la prueba rápida de VIH/SIDA

Foto: Comunicaciones Polichacao Leyenda: Doctor Mario Comegna durante una jornada de salud

Mario Comegna, médico infectólogo, dijo que el valor obtenido está “discretamente elevado” en comparación al conocido en la población general del país

UVL.- Mario Comegna, médico infectólogo, integrante de la ONG Proyecto Once Trece, informó que antes de la cuarentena, gracias a una alianza con la Asociación Civil “Una Ventana a la Libertad”, lograron hacer pruebas rápidas para el diagnóstico de VIH en privados de libertad recluidos en 9 centros de detención preventiva.

“El resultado arrojó una prevalencia del 0,88% de infectados, valor que está discretamente elevado en comparación al conocido en la población general del país”, indicó Comegna, no sin antes indicar que las mencionadas pruebas se realizaron en forma confidencial y voluntaria.

Al ser consultado sobre el protocolo que debe cumplirse en estos lugares para evitar la propagación de la enfermedad, Comegna indicó que hacer pruebas rápidas es un método efectivo para prevenir la propagación del VIH en los centros de detención preventiva y en todos los recintos carcelarios del país.

El profesional de la medicina señaló que antes de decretarse la cuarentena generada por el coronavirus lograron atender a cerca de 450 privados de libertad en 9 centros de detención preventiva, encontrando con mayor frecuencia patologías como enfermedades de la piel, infecciones respiratorias, dolores osteomusculares y un 30% de desnutrición.

“En los pacientes sintomáticos respiratorios con sospechas de tuberculosis se tomaron muestras de esputo para el diagnóstico y cultivo en aquellos que presentaban expectoración, teniendo como resultado un 5,5% de prevalencia en los casos sospechosos y en los confirmados, un 2%”, respondió al ser consultado sobre los diagnósticos obtenidos.

Se conoció que de estos pacientes, predominantemente de sexo masculino, con edad promedio de 22 años, el 63% presentó bajo índice de masa corporal.

“La dificultad para el diagnóstico y la falta de acceso a tratamientos para tuberculosis, la desnutrición y el hacinamiento, son algunas de las causas que originan el aumento de la incidencia de la enfermedad dentro de la población desatendida”, dijo.

Comegna agregó que las causas de morbilidad encontradas son evidencia de las condiciones en los que se encuentran los centros de detención preventiva, aumentando la vulnerabilidad de los privados de libertad ante el brote de nuevas enfermedades como la COVID-19.

_ ¿Qué protocolo se debe seguir para garantizar atención médica adecuada en los centros de detención preventiva, tomando en cuenta la situación generada por la pandemia del coronavirus?

“Siempre es recomendado el uso de equipos de protección personal para una actividad como esta, no solo para cuidar al grupo de médicos sino para mantener la salud y la seguridad de los privados de libertad y del personal que labora en los centros de detención preventiva. Es importante protegerlos a ellos pues una sola persona infectada tendría consecuencias incalculables, considerando las condiciones de hacinamiento y de precaria higiene por la falta de agua. Se trata de lugares donde es imposible mantener distanciamiento y el lavado frecuente de las manos”, respondió el especialista.

A juicio de Comegna, todos los profesionales de la salud que en los actuales momentos presten atención médica integral deben aplicar en todo momento las precauciones necesarias para evitar contagiarse de la COVID-19.

_ ¿Qué recomienda usted, como experto en infectología, en relación a lo que debería ser la atención en diagnóstico, prevención, tratamiento y seguimiento del VIH-SIDA en centros de detención preventiva?

“Hacer pruebas rápidas de VIH para un diagnóstico precoz es un método efectivo para la prevención de la infección por VIH dentro de los centros de detención preventiva. Saber si una persona está infectada por VIH abre la posibilidad de realizarle un seguimiento y darle acceso al tratamiento antirretroviral que además, de proteger la salud del paciente, imposibilita la transmisión a otras personas una vez se consiga la supresión viral”.

El profesional de la medicina indicó, además, que cualquier persona que viva con VIH, que esté bajo tratamiento antirretroviral y que logre una carga viral indetectable, no puede trasmitir el virus.

“De ahí el lema: Indetectable es igual a Instransmisible”, precisó.

Mario Comegna, venezolano, es médico infectólogo egresado de la Escuela de Medicina José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela (1995). Recibió el Premio Daniela y Bernard Chappard en su Primera Edición por su valiosa vocación de servicio a favor de las personas con VIH en Venezuela. Es miembro directivo del Proyecto Once Trece, dedicado a la promoción de salud en prevención y diagnóstico del VIH en Venezuela.

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