La motivación de los 107 privados de libertad recluidos va en aumento, gracias al desarrollo de clases presenciales, charlas, encuentros deportivos y actividades formativas que sin duda alguna contribuyen con el desarrollo académico y humano de los detenidos
María Eugenia Díaz. UVL Estado Apure
San Fernando de Apure. A pesar de las condiciones adversas existentes en el Centro de Detención Preventiva de la Policía del estado Apure (CDP-Poliapure), el clima de conflictividad ha bajado en un 90%, desde finales del año 2.021 hasta la fecha, luego de la implementación de diferentes iniciativas, promovidas por las fundaciones del estado Apure y el Proyecto de Humanización “Paz y Vida”, liderado la doctora Marialef Vargas, representante del Ministerio de Servicios Penitenciarios.
El Comisionado Jefe de la Policía Bolivariana del estado Apure (Poliapure) Jorge Ruíz Casanova, director del Centro de Reclusión Preventiva de este recinto carcelario, resalta de manera exclusiva para Una Ventana a la Libertad (UVAL) que esta nueva realidad se visualiza, gracias al Proyecto de Humanización, llevado a cabo en los retenes del país, por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
“En la Misión Robinson participan 11 privados de libertad, mientras que en la Misión Ribas y en los Cursos de Agricultura Básica, impartidos por el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) están incluidos 35 reclusos. 81 privados están siendo beneficiados con este proyecto”, dijo.
El Capitán de la Aviación Rubén Darío Perdomo, cumple tres años privado de libertad en Poliapure por el delito de droga y revela que luego de vivir su proceso de adaptación a la nueva realidad (muy dura y complicada) entendió que su estadía en este CDP debía centrarse en una actividad positiva. Perdomo estableció distintas alianzas y decidió convertirse en el coordinador general del Proyecto Paz y Vida, instaurado en Poliapure, desde octubre del año pasado (2.021) hasta la fecha, con la finalidad de eliminar el ocio en los calabozos.
“Vale la pena este trabajo, me llena y me provoca hacer más por estos muchachos han cambiado su conducta, han estado más motivados, más receptivos, más participativos. Ya no se ven las riñas, las peleas, porque se mantienen ocupados en un oficio. Queremos cambiarles la mentalidad, la forma de pensar, deben tener la visión de utilizar el tiempo en algo productivo y no pretender salir a no hacer nada y luego volver a los calabozos”, agrega el Capitán.
El Plan Paz y Vida, contempla un horario de actividades diversas: encuentros deportivos (futbolito y juegos de mesa), así como también, orden cerrado, charlas motivacionales, educación y conocimientos generales (primeros auxilios, resiliencia, formas de prevención del delito, cómo prevenir las enfermedades en recintos penitenciarios y del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH-SIDA).
Las mencionadas iniciativas se han llevado a cabo en Poliapure, en alianza con instituciones del estado Apure, como la Organización Nacional Antidroga (ONA), Protección Civil (PC), la Dirección de Prevención del Delito (DPD) y el Servicio Nacional de Desarme (SENADES).
Hasta el momento, en promedio, el Movimiento Paz y Vida, ha ofrecido en total 15 charlas y cuatro actividades deportivas de diferentes disciplinas en este retén.También son opciones de reinserción para los detenidos, La Misión Robinson, donde participan un total de 11 reclusos y el curso de agricultura impartido por los instructores del INCES.
“Tenemos dos grupos: Robinson I: De cero a tercer grado y Robinson II: De tercer grado a sexto grado. Fueron agrupados de acuerdo al nivel académico de los detenidos”, dijo Perdomo para UVAL.
Cuando existe la voluntad de ayudar, ningún proyecto es imposible
Aristóbulo Carreño de 49 años, también está privado de libertad por el delito de corrupción es abogado, licenciado en planificación y educación, deportista y folklorista. También es facilitador de la Misión Robinson I, experiencia que califica como única.
Carreño recuerda como fuerte y dolorosa su llegada a los calabozos de Poliapure, contagiado de COVID-19, inclusive relata que fue dejado solo en una cancha, durante 11 días. Sin embargo, deja claro que esa etapa fue superada satisfactoriamente, gracias a la buena voluntad de los funcionarios policiales, quienes aseguran están comprometidos con una verdadera transformación de los detenidos.
El entrevistado asegura sentirse complacido con la misión encomendada, porque los reclusos consideran esta iniciativa como una innovación y un descubrimiento. Por cuanto, en la actualidad, los privados de libertad se sienten muy motivados por encima de todas las dificultades y limitaciones propias de un CDP.
“A veces bajan de los calabozos a ver clases y no tienen nada en el estómago. Sin embargo, asisten porque quieren aprender a leer y escribir. Estoy apoyándolos por vocación, es sabroso saber que estos muchachos saldrán de aquí con otra actitud, otra mentalidad a la calle, un armadura más para defenderte en la sociedad, porque el desarrollo de actividades 100% positivas, los aleja de los vicios, de las riñas y de los problemas. Se desconectan un poco de la privativa, de la presión y de la ansiedad propia del proceso”, agregó Carreño.
El también facilitador manifiesta que el sentirse útil en la sociedad, lo llena de satisfacción, a pesar de lo difícil que le resulta la prisión. “Uno sufre mucho y estar en un sistema donde nunca uno había estado. Pero todo ha mejorado, los detenidos nos tratamos en medio de una camaradería y respeto. He aprendido mucho de ellos, ahora sé tejer atarrayas, cosas inimaginables. Nos ayudamos mutuamente. Se desahogan”.
Los coordinadores del Proyecto Paz y Vida esperan en los próximos días reanudar las alianzas, con el objeto de llevar a cabo otras iniciativas de este tipo, de cara a materializar el desarrollo tangible de las Misiones y los Cursos del INCES en pro de los reclusos. Aprenden un oficio que los convierta en la mano de obra calificada particular y del mismo gobierno. Esperan además, durante los próximos meses cultivar auyamas, caña, berenjenas, cilantro y tomate, productos que serán los ingredientes en las preparaciones de las comidas en este CDP.
“Los muchachos ahora se sientan parte de la sociedad. Antes, éramos invisibles y lo único que tenían en la mente era la maldad. Ahora no, están interesados en estudiar, participar, les llama mucho la atención las actividades. Se mantienen pendientes de llevarlas a cabo. Eso demuestra su motivación de cambio y la necesidad de reinsertarse en la sociedad como personas”, apuntó para UVAL.
La Fundación Empodérate Guerrera llevan la palabra de Dios y refrigerio todos los martes a las 02:00 PM, a un total de 106 reclusos del CDP-Poliapure, gracias a las ofrendas voluntarias de los hermanos evangélicos, quienes hacen posible esta iniciativa. También echan mano de la autogestión (venta de comida) en las iglesias para recolectar los fondos económicos necesarios para mantener estas actividades.
María José Ruíz, presidenta de la Fundación Empodérate Guerrera trabaja en el CDP de Poliapure hace cuatro meses donde asegura ha ganado almas para Jesucristo con la predicación de la palabra de Dios, a través de diferentes estrategias ideadas para ayudar a la formación espiritual de los privados de libertad en este recinto penitenciario del estado Apure.
“Queremos transformar a los hombres y mujeres a través de los principios bíblicos. A cada corazón de los reclusos, sin esperanza, sin destino y a quienes esperan respuestas del hombre y no de Dios”, dijo para UVAL.
Para finales de este año, las autoridades de este recinto penitenciario aspiran no solo alfabetizar a los 11 detenidos de la Misión Robinson, sino también, acreditar a 35 detenidos para ejercer un oficio y celebrar la culminación la primera etapa de estudios de la Misión Ribas donde están incluidos 35 detenidos.
Las experiencias vividas en el Centro de Reclusión de Poliapure, con la puesta en práctica de estas iniciativas, deja claro que cuando existe la voluntad de ayudar, ningún proyecto es imposible, a pesar de la realidad adversa presentada en este retén.
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